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EJÉRCITO DEL FUTURO General

Traidor a mí mismo

por nidiosniamo

Al principio, cada vez que se me acababa el tóner compraba un cartucho nuevo, que me costaba casi 90 euros.

Más tarde, cuando empecé a imprimir más y ganar menos, los llevaba a un sitio a que me los recargaran, y me cobraban 41 por ello.

Ya no puedo permitirme esos lujos, pero tengo que seguir trabajando. Un amigo me dijo que los rellenaba él mismo, y buscando la manera de hacerlo en Internet, di con una empresa que los vendía nuevos por casi 11 euros y que me los enviaba a casa sin coste alguno para mí.
Joder.
Di por hecho que no eran los cartuchos originales, pero aún así me parecían demasiado baratos. Llamé a la empresa, para asegurarme de que había alguien al otro lado de la Red, y me explicaron que efectivamente, el tóner era de marca blanca pero, aun así, me seguían pareciendo demasiado baratos.

Supuse que estarían fabricados en China, pero no por alguna de esas multinacionales que cierran empresas aquí para abrirlas allí, sino por alguna multinacional china.

Estoy firmemente convencido de que estamos en un proceso de chinización de la economía occidental y de que, dentro de poco, todos trabajaremos a cambio de un puñado de arroz. Y si fuera coherente con mis ideas, cruzaría a la papelería de enfrente y le compraría el tóner al papelero de toda la vida que, para más INRI es amigo.
Pero no puedo permitírmelo.
O come el papelero, o como yo.
Y, por comer, contribuyo un poco más a la chinización de la economía.
Por comer hoy, probablemente me esté condenando a pasar más hambre mañana.

¿Alguien sabe cómo se para esto?
Porque esos señores con traje y corbata que van a los debates de la tele, no comentaron nada de esto.
Ni del asunto que trata este vídeo, tampoco.

http://youtu.be/wb9qK7LF7kA

13 respuestas a «Traidor a mí mismo»

Es tan difícil parar esto como lo fue en su momento parar la burbuja. Yo intenté convencer a varios amigos y conocidos de que no se compraran un piso, porque los precios iban a bajar. Nadie me hizo caso. Si todos compraban, ellos también tenían que comprar. Estamos en territorio irracional del ser humano (como siempre que hay masas de por medio), y ahora empezamos a comportarnos como cuadrúpedos en estampida.

Mi sugerencia personal: mantener los ojos bien abiertos, aguzar el sentido crítico, cribar la información, tratar de entender lo que está sucediendo para ir siempre un poquito por delante de los acontecimientos… y conseguirse un techo y un terrenito donde cultivar las propias patatas y criar pollos. Y, por lo que a mí respecta, que sodomicen a las masas. La idiotez también tiene un precio, y la única forma de aprender es pagándolo.

Hombre, Ricky, yo creo que nidiosniamo y tú habláis de dos cosas distintas.
Quienes se compraron una casa entonces podían elegir: comprar o alquilar.
Pero nidiosniamo habla de ese momento en el que no tienes elección: o compras chino, o no puedes trabajar.

Hace años, alguien que trabajaba para un fabricante de pantalones vaqueros, me contó que su empresa había trasladado la producción a China y que, ya entonces, muchas empresas chinas no hacían falsificaciones, sino que si tenían un pedido de 100.000 pantalones, hacían 500.000 -ya puesto a producir les costaba lo mismo- y ellos colocaban en el mercado los 400.000 restantes a un precio diez veces inferior.
Me pregunto si a las multinacionales que deslocalizan no les acabará saliendo el tiro por culata: del mismo modo que los chinos están empezando a fabricar por sí mismos pantalones, cartuchos de impresora y medicinas; ¿no podrían acabar fabricando todo lo demás?

Ni la tercera posición (un tanto incomoda), ni sodomizando. Dadas las circunstancias y con lo difícil que al parecer es ‘parar’ el asunto, la posición del monje es la mejor.

Gracias por la aclaración, Ariadna, supongo que sí, que Miguel que se refería a eso.

Pues yo no estoy de acuerdo con la tercera posición, no creo que planteamientos del pasado (anda que no han cambiado las cosas desde el periodo de entreguerras) sirvan para solucionar los problemas actuales.

Ariadna, algo de eso, pero muuuuuuuuuuuuuuuuy matizado, a ver si empezamos a amontonarnos.

Tercera posición quiere entendida, como la tercera vía, en el sentido de que hay una alternativa a la destrucción del robo financiero y el rodillo comunista: el sentido común.

Tras el crac del 29 -Marisol estamos en ese punto, o peor-, se vio que la democracia liberal se había destruido por el cáncer del poder financiero y era necesario volver a construir un pacto social que permitiera vivir en paz a todos y proporcionara a todos lo necesario.

Por otra parte, la destrucción de la globalización parece que puede llevar de nuevo -como en los 30- a la vuelta al proteccionismo de las industrias nacionales. De hecho, los países que de momento se salva son los que han mantenido siempre esa postura: Alemania, Suecia, Francia.

Es decir, de falangismo poco, Marisol y Ariadna, no temáis. En todo caso algo del del año 30 y su apuesta por la nacionalización de la banca. También algo de New deal, algo de Perón, mucho de welfare. Y bastante de esto otro:
Quadragesimo_anno

Por otra parte, Marisol, si algo nos enseña la Historia es que todo vuelve.

Qué pena entrometerme, pero inevitable para mi.

Todo vuelve y no aprendemos. Llegó primero el hastió que la iniciación. No tengo duda: la posición del monje es la mejor: austeridad, ética y estética.

Sin el refinamiento que lo condensado otorga, seguiremos en esta vulgar plaza de mercado dónde sólo se oye el grito de ¡Quién da más?

Tenemos un precio y todos queremos más; de lo que sea,
pero más. Y estamos todos pagando más.

Miguel, gracias por contestar.
Es difícil ser concreto en este tema.
Te contaré que después de haber estado en un colegio religioso desde parvulario hasta BUP incluído, y haber tenido una asignatura llamada Teología durante 3 años de la carrera, yo soy muy zoquete y todavía no se con qué se come la Rerum Novarum.
Al final, en el día a día, cada uno tiene que ir tirando por la calle del medio.

Entiendo el problema de nidiosniamo, y me duele no poder hacer nada al respecto. El problema en Occidente es que el individuo ha cedido demasiada responsabilidad al Estado (socialdemocracias de izquierdas y de derechas), y la población ha llegado a olvidar que los actos humanos *tienen* consecuencias. Hay que sustituir la paternalista moral católica por la protestante: nadie nos perdonará nuestros pecados simplemente confesándonos, y por eso tenemos que ser estar atentos para no cometerlos.

Supongo que no consuela pensar que los operarios chinos que han fabricado nuestros pantalones sobreviven con la décima parte de nuestros ingresos, e incluso probablemente no se sienten menos infelices que nosotros. Pero tal vez nos sirva para replantearnos el concepto de felicidad. Nuestros antepasados fueron felices con la décima, la centésima y la milésima parte de lo que nosotros tenemos ahora.

No es sólo un consejo. Yo estoy aguantando bien la crisis, pero el tsunami que viene me podría dejar pelado, y procuro tener siempre bien claro que compararse con los demás no es la llave de la felicidad, sino el palo y la zanahoria. Será que me estoy volviendo budista.

Eso suele pasar mucho, pero una cosa no se puede olvidar y es que la China cuenta con una mano de obra muy económica, lo que sucede luego es que si sale algún defecto no podemos reclamar y nos toca morir callados.

Muy bueno el articulo ya que este numeritos pasa mucho.

Para ahondar en mi parecer, copiaré palabras repetidas una y otra vez desde el confín del tiempos. Siempre actuales, siempre olvidadas.

EL INSTANTE

¿Dònde estarán los siglos, dònde el sueño
De espadas que los tàrtaros soñaron.
Donde los fuertes muros que allanaron.
Dónde el ärbol de Adán y el otro Leño?
El presente está solo. La memoria
Erige el tiempo. Sucesión y engaño
Es la rutina del reloj. El año
No es menos vano que la vana historia.
Entre el alba y la noche hay un abismo
De agonias, de luces, de cuidados;
Es rostro que se mira en los gastados
Espejos de la noche no es el mismo.
El hoy fugaz es tenue y es eterno;
Otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.

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