Por Capitán Internauta
Los Estudiantes Islámicos, una organización iraní y por tanto chíita- una gente que los sábados por la noche hace botellón y va a fiestas rave-, patrocina un videojuego bélico en el que los jugadores tienen que rescatar a una pareja de científicos iraníes secuestrados en Irak y encarcelados en Israel. El enemigo: EEUU y el archienemigo judío.
Los niños occidentales llevan muchos años matando soldados alemanes, italianos, rusos, japoneses… Lo único sorprendente en todo esto es la visión de futuro de los religiosos iraníes, que han comprendido que no sólo el campo de batalla está en la realidad virtual, sino que, además, ésta es un eficacísimo sistema de reclutamiento y han puesto el asunto en manos de los estudiantes, que son quienes mejor conocen la red y sus posibilidades.
Aunque estos videojuegos son un estadio muy primitivo de lo que será la ciberguerra, menos espectacular, más efectiva y silenciosa. Para muestra vale un botón de una de nuestras operaciones: La represalia