por Marisol Oviaño
Fotografía en contexto original: bodyguardcareers
La vida proscrita exige a menudo grandes sacrificios.
En ella se queman algunos de nuestros más queridos aliados. Es humano: nuestro viaje es largo y duro, y el objetivo tan difícil que a veces parece inalcanzable. La gente tiene vidas y familias que atender, y la militancia proscrita acaba muchas veces resultando contraria a sus intereses personales. Es entonces cuando llega el momento de la separación. No por inevitable, menos dolorosa.
Ahora decimos adiós a quien durante muchos años se ha encargado de nuestra seguridad, nuestro ángel de la guarda en la Red. Las despedidas forman parte del viaje proscrito, pero siempre es triste tener que dar un último abrazo a quien no sólo ha prestado tan buenos y leales servicios, sino que, además, nos ha enseñado lo que sabía y ha sido apoyo imprescindible en momentos difíciles.
Sin Fernando Martín (y por extensión, sin Vicente Biosca) no habríamos podido llegar hasta aquí. Ahora tenemos que continuar viaje sin ellos, pero ya forman parte de nuestra historia.
Desde aquí les deseamos lo mejor.
Y ya saben: si las cosas se ponen muy mal en el mundo real, siempre tendrán un hueco entre los proscritos.
0 respuestas a «Gracias, compañeros»
¿Seguridad para escribir en un blog? ¿Qué es lo que me he perdido? ¿Tan peligrosos os consideráis? Tal vez lo que sucede es que he llegado a este blog por una vía equivocada. Pero me gusta igual, y se ponga como se ponga Rubalcaba os pienso seguir leyendo.
Marisol espero que el «service» de la gran avería sea eficiente, y mas allá del dolor del abrazo ante el desapego, que sí es inevitable,Proscritos encuentre el puerto seguro, guiado no solo por la ansiedad y el temor ante lo desconocido sino también x el sendero de la mayor de las esperanzas, que no siempre son «utópicas». Abrazo.(Susana una mujer argentina).
Gracias, Ricky. No, nosotros no nos consideramos peligrosos. Nos consideran peligrosos los servidores (las máquinas que nos alojan), por la cantidad de ataques que recibimos.
No creo que sea Rubalcaba, yo pensaría más en máquinas que entran en otras máquinas sólo por la cantidad de tráfico que tienen, independientemente del contenido que haya en ellas.
Un gusto reencontrarte, Susana. La vida es cambio perpetuo, y en ello estamos.