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Dinero Educación General

Depende de cómo se mire

por Robert Lozinski
Fotografía en contexto original: lafinalapostasia

Al principio creí que no iba a durar, que las cosas cambiarían. Que el mal gusto, la cutrez y la chulería son elementos que salen a flotar en períodos de transición, cuando el pueblo empieza a oscilar y pierde el equilibrio como los pasajeros en un tren que da bandazos. Pero me equivoqué.

Un día, delante del instituto donde doy clases paró un Porsche Cayenne. Ostentosamente, en doble fila, con la puerta abierta a pesar del invierno y con la música a todo trapo. Su dueño, un ex alumno que esperaba a su piba. Cadenas y pulseras de oro grueso, tejanos de diseño, chaqueta de cuero blanco con el cuello subido, gafas de aviador norteamericano a pesar del cielo nublado. Hablando al móvil y gesticulando con aplomo. Visible desde todos los ángulos de la pequeña plaza. Los coches que pasaban por ahí no se atrevían a pitar. Porsche Cayenne, oye, la hostia de las hostias.

Me vio y me saludó:
– Hola, señor profesor, ¿cómo está?
– Bien.

Debí sentirme halagado, desde luego, algo es algo.
Tú a lo tuyo, te dices. Te vuelves cada vez más práctico, más elemental, más ajeno a toda esa mierda. Más egoísta, en definitiva. Te defiendes como puedes.

Recientemente, el padre de un alumno descontento me ha dicho por teléfono que lleva 10 años haciendo kárate y es cinturón negro. Le dije que bien, que lo he entendido y no hace falta que me lo demuestre.

Le restas importancia también a esto. Miras a tu alrededor un poco perplejo, pero te recuperas pronto y, a modo de breve y efímero alivio, no se te ocurre otra cosa que pensar que ya va quedando poco para las próximas vacaciones.

Hace cosa de un mes, más o menos, un sujeto arrolló con su bemeuve rojo a una viejecita y se dio a la fuga. Tripa cervecera, nuca rapada, oro grueso encima, inconfundible. Y tres palabras en el vocabulario, ¿y qué, qué pasa?, que repite con la boca muy grande y con una especie de seseo chulesco en la punta de la lengua. Cuando le preguntan si tiene algo que declarar, contesta con calma asesina: Así es la vida, si no lo aceptas, te jodes.

Y, por qué no, te dices de nuevo. Al mirarlas así, las cosas de repente se ven muy simples, muy claras.

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Robert Lozinski es autor de La ruleta chechena

0 respuestas a «Depende de cómo se mire»

Consuélate pensando que esos padres están criando a unos inútiles que no serán capaces de administrar lo que hereden. La siguiente generación volverá a estar en la pobreza.

¿A Rumanía no ha llegado la crisis? Porque aquí están cayendo como dominós todos los nuevos ricos de los últimos años.

Este relato,a las claras no solo habla de los nuevos ricos y los antiguos pobres (que siempre habrá. Es cíclico).Es mucho mas inquietante tu trasfondo: el miedo, el miedo que genera actitudes pusilánimes, conformistas, irreversiblemente frágiles ante cada conflicto, ante cada choque social.Es ver la angustia de gente de principios, que como el profesor baja su cabeza ante la respuesta irracional de «asi es la vida» si no la aceptas «te jodes»,mas terrible aún ,que de repente «las cosas» se vean «asi de claras».como dijo el dueño del Porsche Cayenne, ese dia nublado detrás de sus anteojos de moda.De acuerdo Sr.cada vez mas ajeno a esta mierda: celebro que te rescates.Brindo x que los valores que nos trascienden nos sobrevivan.Susana( una mujer argentina).

Todo lo que sube, baja.
Preocúpate de enseñar a pensar a tu hijo y a los alumnos que quieran aprender, y tarde o temprano recogerás los frutos de la decencia.
Y, sobre todo, no te olvides de escribir tu desconcierto.

yo veo lo mismo que tu y mi conclusión es ….no quiero que mis hijos sean así y me pongo manos a la obra ,no es cuestion de dinero ,es la educación ,los principios,la ética,esa moral que cada uno tenemos en lo más profundo lo que hace que los seres humanos nos diferenciemos unos de otros.

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