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sobre el amor

por Marisol Oviaño
Imagen en contexto original: trucospc
corazones san valentin

A veces me preguntan si he “encontrado” pareja, como si yo estuviera participando en algún tipo de búsqueda.
A los demás les cuesta entender, e incluso creer, que me guste estar sola con mis hijos.
Tu vida sería mucho más fácil si hubiera un hombre a tu lado, suelen decirme como argumento irrebatible.

Pero si yo hubiera querido una vida fácil, habría preparado unas oposiciones.
Y además, quienes afirman que hombre=seguridad, parecen olvidar que, si no hubiera tenido la lucidez de cortar las amarras que me ataban al hombre con el que estuve casada catorce años, nos habría arrastrado a todos al infierno en el que él habita. Y mi vida sería hoy infinitamente más difícil.

Las circunstancias me han arrojado a una libertad para la que tenía una predisposición innata y, aunque a los otros les resulte doloroso aceptarlo, no me siento incompleta. Aunque intenten convencerme una y otra vez de que debería ser desgraciada, soy feliz. Entiendo que mi actitud les asuste- hasta a mí me asustan mis conclusiones-, porque se traduce en que los hombres, una vez que han cumplido con la función reproductiva, dejan de ser necesarios.

Y no estoy diciendo con esto que deberíamos prescindir de los hombres (yo misma soy madre de uno), sino que tendríamos que buscar nuevas formas de crecer juntos.

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Es un tema que da para explayarse,x muchas causas cotidianas.Se confunde tener un hombre al lado con la libertad o no de vivir en «libertad» valga la redundancia.Yo convivi 23 años con el padre de mis 4 hijas,éramos muy chicos,nos quisimos (nunca lo pensé en función reproductiva, pero sí la cumplimos).Nos dimos cuenta cuando la adolescencia nuestra terminó y comenzaba la de las niñas,que ya iniciábamos el camino sin retorno del desinterés y no en las mejores condiciones nos separamos para no vernos nunca mas (salvo en circunstancias vinculadas al divorcio)fue raro,nuestras vidas cambiaron definitivamente.Nunca mas me casé,tuve una pareja de 8 años, en la que jamás nos rondó la idea de la «reproducción» (valgame Dios (los dos con cuatro cada uno), pero fue fantástica mientras duró, luego cuando empezó el cíclico e inevitable tiempo del bostezo, todo terminó.Fue fuerte.Lo que es temible en estas situaciones, es la sensación de la dependencia mutua para vivir (economica y afectiva),cuando esto comienza a primar, cualquiera de ellas fuera, es bueno estar «sola» y avanzar sin condicionamientos.Se disfruta.Susana ( una mujer argentina.

Dear, tú no tienes que encontrar a nadie. Que te encuentren a ti.

Yo creo que el hombre puede dar seguridad o no, lo que sí tiene que darte es alegría y buena onda y tú a él y si estáis a gusto pues sois pareja y si no pues no.

Como dijo el gran Valdano, «la jugada no se hace, la jugada aparece».

Marisol, ya ni para la función reproductiva somos necesarios. Pero no me negarás que a veces te sientes como si estuvieses jugando una final con la mitad del equipo expulsado…
(al hilo de la de Valdano)

Claro que a veces me siento como si estuviera jugando una final con la mitad del equipo expulsado. Elijamos lo que elijamos, ninguno estamos libres de momentos de desánimo o agotamiento. Habrá quienes a veces se sientan hartos de la omnipresencia del equipo completo, así es la vida.

Pero, siguiendo con la metáfora futbolística: la mitad del equipo ha sido expulsado, sí. La cosa se pone difícil. Pero no me rindo. Peleo con mis compañeros hasta el final. Ningún equipo completo paladeará la gloria como lo haremos nosotros si ganamos.
Nadie tendrá una derrota más honrosa que nosotros si perdemos.

That´s it.

Dice un psicoterapeuta llamado Flavio Gikovate que frente a la idea del amor romántico como unión de dos mitades, se impone hoy el amor moderno: la aproximación de dos enteros.
Tambien cuenta que en África meridional la gente se dice a manera de saludo «SAWABONA» que significa: «Yo te respeto, yo te valoro, eres importante par mí» y a ello se suele contestar «SHIKOBA» que significa: «Entonces, yo existo para tí»

Yo encontré hombres maravillosos que supieron cubrir todas mis expectativas salvo la reproducción. Hay que joderse… Mantengo mi independencia económica (yo sí aprobé varias oposiciones) y satisfago las necesidades afectivas sin grandes dificultades. Ya no busco: tal vez algún día me encuentren.

Me identifico contigo. Ni busco, ni me preocupa si me encuentran. Disfruté mientras estuve en pareja. Ahora me siento muy bien tal y como estoy. Tengo muchos y buenos amigos. Personas a las que quiero y que me quieren.
Siempre me ha sorprendido que se considere a una persona como «incompleta» si no tiene pareja, y no digamos, si es mujer y no tiene hijos. Afortunadamente cada vez a más personas evolucionadas en este sentido.
Creo que el miedo a la soledad puede empujar a conformarse con lo que se encuentra o con lo que hay. ¡Como si tener pareja fuese una garantía de compañía!

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