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¿Cuánto dura el amor?

por artistadesconocida

Mis amantes más experimentados dicen que cinco años, los optimistas alargan la cosa hasta los diez.
Yo no lo sé.
Yo creo que el amor dura siempre: la persona que eras siempre estará enamorada de la persona que creías que era el otro.

He vuelto a reencontrarme con el señor Moreno, uno de mis primeros grandes amores. No soy mujer enamoradiza. A pesar de mi intensa biografía, sobran dedos en una mano para contar las veces que me he enamorado. Y hubo una época en la que estuve loquita perdida por el señor Moreno, como él lo estaba por mí. Entonces creía ciegamente que le daría muchos hijos y que envejeceríamos juntos. Hoy sé que, aunque le hubiera dado hijos, no habríamos envejecido juntos: tarde o temprano habría abierto con mi cuter una puerta en el cartón de la cajita del amor.

Hace más de veinte años que nuestra pasión estalló por los aires, destrozándolo todo. Nuestra ruptura daría para una película de las largas, con persecuciones de coches y todo. Y, sin embargo, allí estábamos el otro día, tomándonos una copa como personas civilizadas, manejando con una sorprendente destreza viejos códigos que llevaban lustros aparcados en la memoria, mirándonos a los ojos como si siguiéramos acostumbrados a la desnudez del otro. Como si sólo hiciera unos días que nos hubiéramos visto por última vez.

Como si él todavía fuera él y yo todavía fuera yo.

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🙂

el amor, como el erotismo, dura para siempre. el objeto del amor o del erotismo cambia y crea ese espejismo de que el amor dura lo que el viento hasta cuando pasa.

Parece un tema simple y hasta trillado, pero no lo es tanto.Es muy subjetivo.Lo que sí creo es que el tiempo de pasión es intenso y «mediblemente» perecedero.Es el mejor, pero el amor.. yo diría que es «una revolución eterna» no contabilizada en «tiempos»,nos trasciende.Es mas bien una hermosa disciplina de sentimientos.No tengo, como la protagonista del texto la misma sensación después de 20 años de «mi Sr. Moreno», solo reconozco los códigos de complicidad, de los que habla Marisol, y de verdad:conmueven,pero no estremecen. Susana (una mujer argentina).

Ultimamente se habla mucho de este tema. Fantástica carnaza en la era de la insatisfacción crónica, el usar y tirar y el culo veo, culo quiero (y nunca mejor dicho). Empiezo a sospechar que el amor es inversamente proporcional al egoísmo y de este último hacemos arte. Con lo fácil que lo pintaba San Agustín:
«Ama y haz lo que quieras»

El señor Moreno siempre estuvo loco por ti. Los que en su momento ocupamos su lugar, sufrimos las persecuciones y presiones. Hay que valorarle su persistencia con el pasar de los años.

¿Por qué no actúas así, como persona civilizada con el padre de tus hijos? Al fin y al cabo es el otro 50%.
No sé si hay algo más fuerte que el amor filial.

Artistadesconocida, era en aquellos años una autentica belleza. Toda sensualidad y sexualidad. Algunos tuvimos la suerte de compartir algún tiempo con ella.
Es pasional, emocionalmente fuerte y a la vez una colegiala dubitativa. Habla con pasión de las cosas.
Es una mujer que siempre levantara pasiones, por muchos años que pase.

Marisol, tienes razón, tal vez lo que me falten son modelos de referencia para un plazo tan largo…porque de momento no tengo esa experiencia vital. Y lo que más me toca ver son parejas que tienen entre si la relación de la complicidad de los delincuentes dedicados a la estafa social ¿demasiado ambiguo lo que digo?

El amor.
Esa cosa que llaman Amor.
Amor, amor…
Lo que se dice amor…

Umm pues vea usted, en todo caso no dura tanto como el odio. Ni es tan fácil de propagar ni es tan fiel.

Amor es una palabra que resulta escasa para definirlo decentemente.

Tendemos a dar por sentado que al usarla nos referimos a lo que los griegos llamaban «eros», el amor sensual, mayormente entre mujer y hombre.
Para algunos es una forma de narcisismo más o menos apasionado. Dure lo que dure es su forma más primaria y, con suerte, será la puerta de acceso a otras formas de amor.
Como la «filia», otra palabra griega para expresar la más profunda y afectuosa amistad, un grado más alto en la relación. Un paso adelante en el proceso de construcción personal.

Por último, dicen, a las puertas del «areté», la cumbre plausible del ser humano en esta tierra, es el «ágape», al amor altruista y desinteresado.

El gesto de aquellos que saben que darse para el bien de otro, sin buscar ni esperar, es el camino del hombre hacia su ser esencial.
Esta forma de amor dura eternamente.

Yo no creo en el amor incondicional como un fin, sino como un medio.

El amor incondicional tiene sentido cuando trasciende, pero cuando se limita a que tú quieres a alguien impermeable a todo lo que le des, sólo es una droga que te atonta y te impide ver que sólo eres esclavo de los caprichos del otro, del mismo modo que podrías ser esclavo del alcohol, del juego, del juego de la cocaína…

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