Miguel Pérez de Lema
Pero esta vez es al revés. Adriano levantó la muralla para separarse de los bárbaros del norte de la provincia de Britania. Ahora son los jefes tribales del norte los que quieren levantarlo de nuevo para resguardarse detrás de la muralla, acaparando todo el poder y el inmenso tesoro del petróleo.
Todos los jefes de todas las tribus sometidos por el Imperio están atentos, afilando sus hachas, esperando una señal de debilidad de Roma para lanzarse sobre su garganta.
Si Roma no sabe defender su integridad, perderá su grandeza, no merecerá prevalecer y antes o después entraremos en la era del caos y la oscuridad.
Pero Roma es fuerte, astuta, y no tiene piedad con sus enemigos. Los destruye y arrasa hasta los cimientos y sala sus campos, como hizo con Cartago, o algo peor, los repudia desterrándolos a las tinieblas exteriores, como hizo Adriano con Escocia.
En Escocia pase lo que pase ya se ha levantado una nueva muralla, con la mitad de los escoceses de un lado y la otra mitad del otro. Y Roma debe intervenir protegiendo a sus leales y hostigando a sus enemigos. Y lo hará pronto.
Roma Vincit.
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Una respuesta a «Vuelve la muralla de Adriano»
No se me ocurre qué originalidad se le podría ocurrir a Roma salvo lo que viene haciendo desde las calendas: seguir empeñados en construir una Europa que apenas tiene que ver con la realidad. Entre los que no se enteran y los que no se quieren enterar, la Edad Media, señores cónsules, está servida.
Tic, tac, tic, tac, tic, tac…