Miguel Pérez de Lema
Coño con la crisis y coño con «la clase empresarial». Diez años batiendo récords anuales de producción y de beneficios, y vienen seis meses malos y esto es una desbandada.
Vengo de un desayuno convocado para que desde la prensa hagamos un poco de lobby y denunciemos que en el mundo de la construcción ya nadie paga a nadie (incluido el Estado) y que de 210 días para cobrar un saco de cemento se ha pasado a la duda de que te lo vayan a pagar algún día.
La crisis es que estamos en crisis, que somos un desastre, que no tenemos coraje, que el empresario después de 10 años de récord (estos es, cada año batía el récord del anterior) dice que le resulta imposible tener un año malo. Que no puede con ello. Que sólo puede vivir en un mundo de récord permanente. Una orgía de beneficios. Y así anda todo el mundo a ver quién le quita la cartera a quién.
Un desastre. Yo, por no hacer gasto, el desayuno ni lo he tocado.
0 respuestas a «Desayuno sin diamantes»
Jajajaja… mientras tú (no) desayunabas con empresarios lloricas, yo en Dubai fui invitado a desayunar con el Conseller Huguet de la Generalitat. De sus palabras deduje que nos invitaba a explorar este emirato y aprovechar sus oportunidades. Y para mí me dije: «A buenas horas mangas verdes!!». Es como si los políticos no se enterasen de nada.
O llegasen tarde a todo.
(Yo sí que aproveché el desayuno, hasta el último croissant…)
Seguid con los ojos bien abiertos, chicos.
Lo de los empresarios no es lo peor, mira los bancos: ni un sólo año han dejado de batir récord de beneficio y ahora resulta que necesitan planes de rescate.
Claro que, como el dinero sólo es una metáfora, anotaciones digitales, puede que ni las ganancias fueran reales entonces, ni lo sean ahora las pérdidas. Pero, sea como sea, todos sabemos quién va a pagar los platos rotos ¿verdad?