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¿Qué pasa contigo Montoro?

Miguel Pérez de Lema

Es difícil precisar el momento exacto en que se agotó el crédito del Gobierno PP y se extrajo el ultimo barril de petróleo de la herencia PSOE. Lo que es indiscutible es que Rajoy y su «grupo salvaje» galopan hace tiempo en solitario por las llanuras de los sondeos. O sea que chungo pa ellos.

El español está cansado y triste, en general, y como dice Álvaro Pombo, está acumulando su ira en algún lugar (yo, en concreto, en los huevos, que los tengo a rebosar). En ese escenario parece poco conveniente para los intereses del PP y el Gobierno dejar a Montoro suelto, porque cada vez que este hombrecillo abre la boca se les cuela otro escaño por el sumidero.

El PP ya demostró en su anterior etapa en el poder su ineptitud emocional, su falta de empatía con sus ciudadanos, su crueldad y su desprecio por la comunicación. Fueron dilapidando un capitalazo y llegaron a la última curva de las elecciones casi a la par y con el «empujoncito», acabamos en ese agujero negro que fue ZP. En aquella época Jose Mari presumía de sus atributos en un mitin, Cascos decía que si los pisos subían era porque los españoles eran ricos, y Rajoy… bueno todos queremos a Rajoy.

Pero nadie ni nada repugnan y ofenden como Montoro.

La última, la peor, la más inolvidable patada en el morro de los españoles ha sido la de intentar desacreditar a Cáritas y negar que España es ya un país de niños pobres. ¿Qé le pasa a este hombre ? ¿En qué puto mundo vive? y sobre todo ¿de qué cojones ser ríe?

http://youtu.be/QhbqVoy4ve8

2 respuestas a «¿Qué pasa contigo Montoro?»

Yo creo que es porque tradicionalmente en España, los gobiernos, y más siendo de derechas, han asumido que el ministerio más temido es el del Interior y el ministro más odiado, el de Hacienda. Y ya, con ese punto de partida, dando por descontado esa falta de feeling, van tirando «palante». Lo tronchante es ver a donde fueron los esfuerzos en asesoría de imagen que gastaron en su día en Corcuera o en Solbes…
Todo es tan lamentable, que ni me he podido sonreir viendo al Conde Draco.

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