Por Comandante Inar de Solange
Fotografía en contexto original: librodearena
Ha sido largo y duro, pero al fin se dibuja en el horizonte vuestra fortaleza.
Por el camino ha habido soldados que han perdido la fe y han regresado a sus casas.
También ha habido quien, después de tantos meses de vida civil, ha colgado para siempre su uniforme.
A la batalla final sólo hemos llegado quienes sabíamos que la paciencia sería uno de los grandes sacrificios. Junto con la humildad, que nos ha enseñado a arrancar la mala hierba de la arrogancia.
Hemos sufrido tanto que ya no le tememos a nada.
Ni siquiera al fracaso.
Mejor una derrota o la muerte que vivir en el eterno escaparate de la inacción.
Detengo mi metafórico caballo y vuelvo la vista atrás.
Todavía son muchos los que nos siguen.
Siento su sufrimiento, su sed de gloria.
Sobre mi espalda, el peso de la historia.