por nididosniamo
No, no estamos detenidos, Ariadna, sino trabajando todo lo que no trabajamos ayer (ya sabes: para los autónomos no hay fin de semana).
Quedó claro que la gente está harta. Aunque habría sido bueno que fuéramos más (mejor cientos de miles o un millón que decenas de miles), aunque hubo quien llevó banderas (no soy monárquico, pero estoy hasta la gorra de la banderita republicana y los nostálgicos de la república: no se trata de volver al pasado, sino de construir el futuro), habría sido estupendo que todo el mundo entendiera que izquierda y derecha son términos que nos separan (en el segundo vídeo se ve como la chiquillería protesta cuando les dicen que hagan sitio y se muevan a la derecha).
Lo que más me gustó, el eslogan de las camisetas amarillas: sin trabajo, sin casa, sin pensión y sin miedo.
Lo que menos, que en cuanto nos descuidemos, los de siempre acabarán abanderando el movimiento (ya hay declaraciones de los que siempre han apoyado al PSOE, apoyando ahora la manifestación, y eso huele)
¿Ha servido de algo?
No he oído que ningún partido haya tomado nota y proponga separación de poderes, fin de la corrupción, recorte del gasto público suntuario, recorte del despilfarro autonómico… Ni siquiera estoy seguro de que todos los que salimos a la calle ayer busquemos lo mismo.
Seguiremos atentos.
Podéis ver más vídeos y más en opiniones en facebook
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=HKV-LQZVVeA&w=500&h=314]
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=b9akA0_SRTU&w=500&h=314]
3 respuestas a «Tras la mani»
Izquierda y derecha son términos que nos separan… ¿de quién?
Nos separan a unos de otros y se supone que tenemos un frente común: que el sistema cambie.
Nididosniamo, suscribo cada una de tus palabras.
Tambien vi símbolos excluyentes a cientos, y vi un conato de bronca que no fue a más porque mediaron educadamente otros jóvenes, aunque en mi opinón, todos los que estábamos allí cometimos un error: ser tolentantes con la intolerancia mostrada por el par de vejetes que portaban y hacían ostentación de símbolos y consignas políticas excluyentes, que no podían ser compartidas por todos los que estábamos alli y que se saltaban las normas de la convocatoria.
Hubo cosas que me hicieron sentir mal, como por ejemplo esa, o la decepción que gente veinteñaera o de instituto se llevaban cuando veían que venia gente a arrimar el ascua a su sardina en esta manifestación y se sentían usados. Pero me quedo con lo bueno, la mayoría hacía todo lo posible por ser cívica, responsable, y sobre todo, éramos gente diversa entre nosotros pero se podía compartir criterios en comun. A ver si desemboca en algun logro que merezca la pena.