Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, junto a Antonio García Ferreras y el director de La Sexta, César González Antón.
Fuente: https://twitter.com/jaabellan/status/657468051986739201?ref_src=twsrc%5Etfw
Miguel Pérez de Lema
El cuarto poder está muerto. El cuarto poder murió cuando dejó de trabajar para sus clientes, ofreciéndoles información veraz, libre, plural e independiente, y convertido en una ruina económica y una vergüenza moral, dedicó todo su afán a trabajar para el poder -presente o probable- en busca de favores para mantener su deplorable tinglado abierto.
Esa ruina es vieja y conocida. Los viejos medios y los viejos políticos ya no nos duelen, los conocemos, y vamos dejando atrás su hedor de corrupción. Sus cartas están boca arriba y ya no pueden engañarnos, sorprendernos, ni decepcionarnos más. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos, eso es todo.
Pero sobre esa ruina, sobre esa corrupción y esa decadencia, se presentan nuevos medios y nuevas fuerzas políticas que prometen juego limpio. La regeneración comienza sobre el detritus del pasado y bajo la justa sospecha de ser un cambio de máscaras en el mismo baile de disfraces, como tantas veces en nuestra historia.
Por eso los nuevos medios y las nuevas fuerzas políticas necesitan probar que realmente lo son, no prometiendo, sino demostrando su independencia. De lo contrario serán doblemente repulsivas, doblemente hipócritas, y mucho más efímeras que los viejos medios y las viejas fuerzas políticas.
Se disolverán como azucarillos en el agua revuelta de la sociedad española, porque no habrán comprendido que su fuerza residía en su inocencia, en el inmenso patrimonio de su página en blanco. Y desaparecerán dejando de nuevo el terreno libre para la resurrección de los viejos medios y las viejas fuerzas políticas que ciertamente son muertos, pero muertos vivientes, gracias a la respiración asistida y el potentísimo coctel de drogas que les suministra el poder y la corrupción, que son ellos mismos.
2 respuestas a «Miedo y asco en La Sexta»
El problema es que la tribu de la mal llamada ‘derecha’ cree que hay que parecerse a la tribu de la izquierda para conseguir votos. Así va invadiendo el espacio de la tribu progre, que no tiene más remedio que echarse aún más a la izquierda. Después de Zapatero, Rajoy apenas le ha dejado Lebensraum a la PSOE en punto a aborto, simpatía por los etarras, subvenciones a gogó, deuda galopante, favores a El País, la SER y tutti quanti, matrimonio homozezuá, prohibido fumar, igualdad de género etc. Para echar más leña al fuego, el camarada Montoro se jactó de subir los impuestos más de lo que pedía IU, y la tribu progre votante ha tenido que reinventar el stalinismo hortera para no perder su identidad. Está ya el Titanic tan escorado hacia la izquierda que el día menos pensado vuelca y se van todas las tribus a tomar por saco.
Soñar es gratis.
Ingenuas expectativas expresas. Toda cadena de televisión en España, además de pertenecer a oligopolios dirigidos por los los Berlusconi y Cia, es una concesión del gobierno. O sea de la oligarquía política. Acaso va la oligarquía a conceder cadenas a grupos independientes y dispuestos a criticar y decir la verdad? Sabes cuantos periodistas no pueden trabajar en España por haber dicho, o intentado decir, cosas incomodas para el régimen? No puede haber prensa independiente y libre en un régimen partitocratico donde no hay libertad.
En cuanto a los comensales de la foto. Piensa por un momento. Crees que cualquiera puede crear un partido y que este partido va a salir en la television día, tarde y noche? Que se hable de ese partido de forma machacona y constante? En España la verdadera oposición no sale en la tele ni 5 segundos. A personas criticas incluso ni se les nombra aunque se sepa que se están refiriendo a ellas.