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el francotirador

por Marisol Oviaño
Fotgografía en contexto original: nbcdfw

Chris-Kyle-photo

Cuando algo despierta su interés, se documenta a fondo sobre el tema; ya sea este los dinosaurios, las aves rapaces, los mamíferos marinos –asuntos que lo tuvieron muy ocupado en su infancia-, la Segunda Guerra Mundial o Roma -el imperio, no la capital de Italia-. Y, de unos años a esta parte, también se ha convertido en un experto en francotiradores militares.

– Pero, ¿por qué te fascinan tanto?
– Porque son los únicos soldados que tienen tiempo para pensar, pues pasan muchísimo tiempo apostados, observando y analizando todo lo que sucede a su alrededor.

Ahora Clint Eastwood, uno de sus héroes de cabecera, ha puesto una vez más el objetivo en el mismo sitio que él; como si ambos compartieran la misma frecuencia mental y el veterano director se dedicara a realizar las películas que mi hijo desea ver.

– ¿Vamos a ver American Sniper? -propuso ayer.

El cine es un lujo que las familias monoparentales de clase casi media no nos podemos permitir. Con lo que cuestan tres entradas comemos cinco días. Pero ayer Eude no estaba –ni habría tenido el más mínimo interés en ver la película que proponía su hermano-, yo siempre he estado enamorada de Clint Eastwood, y este mes he cobrado una cosilla extra.

– Encárgate de buscar el cine.

El francotirador está inspirado en la autobiografía de Chris Kyle, Seal de la Armada de Estados Unidos. En ella Eastwood nos demuestra que un hombre es, en gran parte, la educación que ha recibido. Y nos convierte en testigos privilegiados de ese momento en que el padre de Chris enseña a sus hijos que hay tres tipos de hombres: las ovejas, los lobos y los perros pastores, que son los que cuidan del rebaño (yo a mis cachorros les enseño que hay un cuarto tipo: el pastor, ese líder necesario). Y Chris defiende a su hermano cada vez que le pegan en el colegio, deja su carrera de cowboy de rodeo para alistarse al ejército tras el atentado del 11S contra las Torres Gemelas, y en Iraq baja de su cómoda azotea de francotirador para enseñar un par de trucos a los marines que van casa por casa. Chris es el perro pastor de Estados Unidos.

Sobre El francotirador he leído todo de tipo de críticas. Desde las más entregadas, a las que acusan al director de haber hecho una americanada. Pero yo creo que sólo un espectador poco sensible puede calificarla de esto último.

Desde mi punto de vista, uno de los méritos de Eastwood -republicano a ultranza- es narrar desde la perspectiva norteamericana y conseguir que el espectador acabe empatizando con ese pueblo invadido que tiene que enfrentarse sin medios al ejército más poderoso del mundo. Y lo logra, por ejemplo, en esa escena en la que cuatro árabes intentan detener a los Hummer a bordo de un viejísimo Renault 12. O cuando vemos la diferencia entre la equipación de Chris Kyle y su antagonista, Mustafá, que lucha sin apoyo de otras unidades, se cubre la cabeza con un simple pañuelo y salta de azotea en azotea con unas Nike de imitación. A través de estos pequeños detalles, Eastwood nos lleva a entender por qué los iraquíes dan granadas a los niños para que las tiren contra los tanques americanos.

A mi hijo le encantó. A mí se me hizo un pelín larga, yo quizá habría acortado escenas de guerra y habría desarrollado un poco más el proceso de derrumbe psicológico; encuentro que el personaje evoluciona muy poco desde la primera vez que se va a Iraq al principio de la película, hasta que minutos antes del final encuentra un psiquiatra que entiende que un perro pastor siempre necesita ovejas de las que cuidar.

El francotirador no llega a la altura de esa obra maestra que es Gran Torino. Pero aun así es una película muy recomendable. Si podéis permitíroslo, no dejéis de ir al cine a verla.

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=2TT0SxVF0P8&w=600&h=338].

Una respuesta a «el francotirador»

El solo hecho de que una peli merezca ser comentada es ya un milagro. Estoy de peliculas-videojuego hasta las criadillas. De todos modos, el mayor mérito es casi siempre del guionista, y muchos directores son expertos en destrozar guiones buenos (ej.: John Schlesinger con Operación Reno). Clint lo que tiene es buen ojo.

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