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TODO AJENO – NATALIA LITVINOVA

por José G.Obrero

[Natalia Litvinova. Todo ajeno. Vaso Roto Ediciones, 2013. 67 pp]

Todo ajeno natalia litvinova

CÓMANSE SU NIEVE

Que Todo ajeno tenga un epílogo en lugar de un prólogo, va dando pistas sobre este libro en que las cosas parecen estar al revés mientras adquieren un aire de extrañeza. Y así lo quiere dejar claro el epiloguista, Francisco Javier Irazoki, veterano poeta y crítico musical que muestra su sorpresa ante la fuerte personalidad de una voz joven como la de Natalia Litvinova. Sin embargo, su edad no es algo digno de destacar en un panorama en el que se abusa de esta etiqueta para vender. Más destacable parece su condición de bielorrusa que escribe en castellano afincada desde hace más de una década en Argentina. Este desarraigo redimensiona el sentido del título: Todo ajeno, a las identidades estancas o monolíticas, a una única tradición literaria y a sus lecturas y guerras habituales. Ajeno también para nosotros, ajeno y fascinante como un animal exótico que nos tiene boquiabiertos hasta que, por sorpresa, nos da el zarpazo. Así es la poesía de Natalia Litvinova, extraña belleza ajena. Pongamos como ejemplo los versos del poema que dan título al libro:

Él viene a mi casa pero no sabe que es mía
… Roza los muebles y mira al gato que está detrás de la ventana.
… El nombre del gato es gato. Ajeno como todo lo que es mío

Cabe preguntarse de qué raíz se nutre Litvinova para crear una poesía que ha tenido un éxito rápido y considerable. Una anécdota: las redes sociales permiten un acercamiento con los autores impensables hace unos años, un grado de proximidad y familiaridad que, en algunos casos, insta a poner el foco en un aspecto determinado de la poética de un autor. En uno de los álbumes de fotos que Natalia Litvinova subió a Facebook podía verse su familia: al fondo, el este de Europa. Sus abuelos, padre, madre, tíos… todos eran ventanitas a la vieja URSS, a la Guerra Fría, al bloque del Este, a la vida campesina entre la nieve. Un mundo que, para los que tenemos algo de edad y memoria, suponía “el otro lado del Telón de Acero”, un lugar hermético, casi enemigo.

Y de ahí viene la autora, ese es su origen, mientras que su nacimiento y crecimiento como poeta tuvo lugar en lengua castellana y en Argentina, , la tierra de Pizarnik, de Cortázar, de Borges. Todo ajeno como título guarda, de hecho, un parecido más que casual con La tierra más ajena de Alejandra, y no solo el título, también cierto aire desgarrado y el uso de algunos símbolos. Y, como punto de unión de ambos mundos, París, el simbolismo y el surrealismo. París como territorio donde convergen y se mezclan todas las tradiciones literarias.

De esa identidad compleja, del desarraigo y de la necesidad de reinventar la propia historia, el hogar, la familia, las dificultades de poseer una cosmovisión, nos habla Todo ajeno. En esa búsqueda de la identidad, Litvinova creará su propio recorrido vital, lleno de misterio y contradicciones. Así, el poema que arranca el libro, su génesis, lleva por título Otro nacimiento y comienza con un verso paradójico:

Le arranco los botones a la camisa del que no la lleva.

A partir de aquí la autora confeccionará en poemas breves (el más largo tiene unos dieciséis versos) su historia e inquietudes, creando una atmósfera onírica tan densa que el lector tiene la sensación de estar adentrándose como un funambulista en un territorio fronterizo con las pesadillas. Un territorio, utilizando uno de sus versos: de realidad desfigurada por sus límites.

Esta historia e inquietudes describen con esa “realidad desfigurada” a los abuelos, Chérnobil, la caída del Muro de Berlín junto con todas las contradicciones más personales e íntimas. Como eslabones de todos los poemas aparecen con frecuencia una serie de imágenes: la casa, la perra, los pájaros. Así, por ejemplo, en el poema Ellos vuelan, en referencia a los pensamientos, concluye con el verso:

Es poco lo que sé explicar sin mencionar a los pájaros.

Esos pensamientos o ideas que sirven para representar la “realidad desfigurada” pueden aparecen en forma de paradoja, pero también ocultos bajo capas y capas de sí mismos:

Mi voz no parece salir de mi voz sino de otra garganta

Dice en el poema Polvo y continúa:

Alguien tuvo que haber construido esta muralla.

Otro ejemplo lo encontramos en el poema Desgarra:

…mi vestido se desgarra y de sus heridas
brota otro vestido.

Todo ajeno es un libro que podría definirse como gótico, oscuro. Todos los poemas dejan en el aire el desasosiego y la inquietud de imágenes de la tensión previa al desgarro y la herida, como cuando en el poema Aguja, dice:

Me regalaron un canario azul.
Lo dejaron en una de mis manos.
En la otra pusieron una aguja y
llenaron mis ojos de venganza.

La suma de todos estos elementos da como resultado uno de los poemarios más interesantes que se publicaron bajo la etiqueta de “poesía joven” en 2013. Personalmente, creo que le sobra cualquier etiqueta, cualquier muleta donde apoyarse porque funciona solo, vuela con la fuerza de esos pájaros que saltan de atrás hacia delante, brota ante el lector como las flores negras con centro de estrellas de sus versos: con belleza y veneno.

4 respuestas a «TODO AJENO – NATALIA LITVINOVA»

A mí me costaría elegir uno solo de sus poemas. «Aguja» me parece de una insuperable y bella crueldad.
Pero ¿qué me dices de «Polen»?

«¿Qué hago con mi vida? Espero.
Cuando sople el viento dejaré las raíces para hacer
el camino del polen».

Hay muchos poemas y versos. Hay un poema que me gusta especialmente y que no he citado en el texto: Perdura. Especialmente los versos:

«Una mano me acaricia y desaparece
como un caballo que entra en la niebla.
El calor de su existencia perdura».

Un hallazgo este libro.

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