por José G. Obrero (Miembro del consejo asesor de la librería Proscritos, responsable del Departamento de Poesía)
[Guillermo Morales Sillas.Ellos son mejores. Córdoba, Ed. La Bella Varsovia, 2013, 65 pp.]
En una entrevista reciente, Pablo García Baena decía percibir en la poesía joven actual un temor al uso de arcaísmos y, en general, de determinadas palabras; y lo lamentaba porque “las palabras brillan cuando el poeta las sabe engarzar, como una joya, en el texto”. Guillermo Morales Sillas, precisamente último ganador del VI Premio de Poesía Joven Pablo García Baena, es sin lugar a dudas un autor sin miedos o, siguiendo el otro símil, un magnífico joyero. Ellos son mejores es un poemario que homenajea a la palabra, y especialmente a su musicalidad. Guillermo explora las posibilidades sonoras del poema. Para ello construye un artefacto lingüístico que llamea en neologismos, arcaísmos y latinismos en unos poemas que se articulan y a veces rompen en hipérbatos, aliteraciones o zeugmas, poniendo de manifiesto una brillante complejidad compositiva. La lectura de Ellos son mejores nos remite inevitablemente a Góngora y así lo subraya Juan Antonio Bernier cuando afirma: “pareciera, como en Góngora, que el significante persiguiera emanciparse del significado, sin perder el sentido. Porque (…) logra ampliar su radio de alcance”.
No sabemos quiénes son “ellos”, los “mejores”, porque Guillermo nos habla de un “nosotros” que no aspira a vencer a toda costa, sino al fulgor de una luz sincera, fruto del trabajo esforzado y valiente en cada verso.
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11 respuestas a «Ellos son mejores: poesía en llamas»
Los escritores no tienen que explorar nada. Para eso están los exploradores. Los escritores tienen que tener ideas que expresar, y expresarlas con un lenguaje propio y potente. Góngora encontró una forma de expresar un universo sensual combinando la creatividad del habla popular con el aura legendaria de una lengua que lo fue de dioses y emperadores. Menos rollo academicista, y menos eufemismos: ‘baño’ es retrete, y ‘homenaje’ es plagio.
Y las comas, en su sitio, que a veces parece que las han repartido con un salero.
Totalmente de acuerdo en lo de las comas, Ricky: no me di cuenta de que había subido el texto previo a las correcciones. Ahora mismo subsano el error.
Me encantan estas broncas literarias. Mientras no acabéis como ese ruso aficionado a la poesía que ha matado a otro que defendía que la mejor obra literaria era en prosa…
Lamento lo de las comas, algo en lo que Ricky tiene razón. En cuanto al comentario anterior, las opiniones de cada cual son muy respetables, pero yo considero que un poeta (que no sé si es exactamente un escritor) tiene la obligación de explorar en el lenguaje para sacar oro, fuego, sangre o música de él y que el lector se enriquezca, manche o queme. En esta misma línea «homenaje a la palabra» no tiene absolutamente nada que ver con «plagio», hace referencia al trabajo esmerado, esforzado y minucioso al que algunos poetas (no todos) se entregan en cada letra y en cada verso. Véase, como metáfora, al viejo Grand de «La peste» cuyo única frase escrita modificaba y corregía una y otra vez buscando la más exacta, la que hiciese que lectores y escritores se quitasen el sombrero ante ella.
Esta reseña me recuerda a esas críticas metafísicas de arte de los suplementos de los periódicos que ni siquiera llevan una foto de la exposición.
Oiga,¿me pone una muestra de esos «zeugmas» para picar o me tiene que valer con su palabra?
Desde que se inventó el bidé este establecimiento ya es lo que era.
Tened un poco de piedad con el muchacho, que es nuevo y me lo vais a asustar.
Ya hemos corregido lo de las comas.
¿Que el artículo es muy académico? Puede que sí. A mí también me lo parece, pero no me molestan los poetas que exploran, y me ha quedado meridianamente claro que está hablando de un autor gongoriano.
¿Que le faltaría poner algún ejemplo para que no tengamos que fiarnos de su palabra? Pues también.
Jose, no te dejes «abucharar» por estos implacables lectores. Aquí estamos todos para aprender: ya has visto que no les impresionan los academicismos y que quieren pruebas de lo que dices. Seguro que la próxima reseña será mejor.
La primera vez que trabajé de camarero serví cacahuetes en lugar de naranjada y pedí disculpas por ser novato y parecer sordo. Esta vez no seré más duro que el mármol a las quejas y pondré de picar el poema que abre el libro y que es como un picoteo variado de figuras retóricas y elementos que he mencionado en mi académico artículo. Espero que os guste.
CHARLIE MURIÓ SUB SOLE
A los ocho perdoné un asesinato.
La homicida maldijo
una disección
involuntaria
y me besó. La baba resbaló. Fue curativa.
Amé los dos dolores y comprendí la carne.
El sol, ojal de un pulverizador
de insecticida
―pensate como preso
romper el armazón
pero te dieron cielo por brazos.
Todos somos mosquitos bajo bóveda.
Lo coloqué mirando al norte,
en posición de vuelo
―también los aviones volaban
y deponían blanco.
Lloré huesecillos.
Soterré un pico amigo. Mi primer difunto
iba emplumado. Empezaba a oler
a alpiste y a carroña.
Hubo ceremonial contigo,
un círculo callado que esperaba el canto.
Desde entonces la muerte lleva alas.
Note usted lo mucho mejor, más ameno y más cercano de su forma de expresarse en el último comentario, que además lleva un apetecible menú degustación.
Esa es la línea, joven, sea usted mismo, relájese, y a jugar.
madre mía,
sois aves de rapiña.
como esos críticos que solo tienen talento para ver lo feo.
flipo.
y qué cantidad de tonterías («pegos» en córdoba») puede escribir la gente.
«Los escritores no tienen que explorar nada. Para eso están los exploradores». tontería.
«Los escritores tienen que tener ideas que expresar, y expresarlas con un lenguaje propio y potente». como ves, jose, la gente que te despelleja ha descubierto la pólvora.
qué grande talento.
sigamos.
«Góngora encontró una forma de expresar un universo sensual combinando la creatividad del habla popular con el aura legendaria de una lengua que lo fue de dioses y emperadores». evidentemente quien esto escribe no ha leído a góngora.
bueno sí, lo que se dice en de él en la wikipedia,
o en la contraportada de las soledades edición cátedra.
«Menos rollo academicista, y menos eufemismos: ‘baño’ es retrete, y ‘homenaje’ es plagio». entre tontería, pego, necedad y prepotencia… esa combinación tan peligrosa.
lo de las comas, será verdad. yo ya he leído el texto editado por marisol, así que no sé.
«Me encantan estas broncas literarias». eso lo dices, marisol,
para justificar esa cosa carroñera de la gente que publicas en proscritos.
de hecho, has tenido que intervenir y pedir calma.
el primer comentario de ricky no tiene sentido ninguno y lo sabes.
miguel, muchacho,
te recuerdo que cuando te empecé a leer en proscritos tenías un tufo coñazo a alcanfor
que no había quien aguantara.
y si no, tira de hemeroteca.
así que relaja tu espada, machote, que detrás de la pantalla todos somos valientes.
jose, te defiendes con habilidad.
siento no haberte advertido que escribir en proscritos es exponerte
a estas dentelladas.
y sí, efectivamente, jose, tu primera crítica te ha salido muy academicista,
muy de ombliguismo literario,
pero quien no haya metido una gamba una primera vez,
que tire la primera coma.
¿Los escritores no tienen que explorar nada?, ¡joder!, pobres Virginia Woolf, Joyce, Kafka, Musil, Beckett, Faulkner, Walser, Italo Calvino, Alegre Cudós, Rulfo, Borges, Cortázar, etc,etc… (sólo por mencionar a algunos de los más destacados del siglo XX), se equivocaron de oficio.