por Juan Hoppichler
Conozco a un matrimonio de turistas españoles en Usaquén.
Parecen simpáticos e iniciamos una conversación.
Me preguntan interesados que si no prefiero vivir en España.
Yo les respondo que sí, porque es más fácil vivir en un país al que no queremos, unos cuyas desgracias nos resbalan.
Se miran perplejos. Luego la señora, muy maternal, me pone la mano en el hombro y dice:
-No te preocupes, la izquierda volverá pronto al poder.
Tras eso opto porque la charla se mueva en el siempre inequívoco terreno de las banalidades.
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