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EJÉRCITO DEL FUTURO General

Medidas radicales para tiempos radicales

por nidiosniamo

Los datos de la última EPA son desoladores: un 27,16% de la población activa no tiene trabajo.
El Gobierno asume que el paro todavía seguirá aumentando: faltan por irse a la calle muchos empleados de grandes empresas que todavía no han terminado de ajustar sus plantillas, y muchos de los trabajadores de las antiguas cajas y aledaños. Más todos los empleos indirectos que se verán arrastrados en la caída. Y, si el PP hiciera lo que tiene que hacer (cerrar empresas públicas inútiles, meter mano a las autonomías, despedir a los miles de asesores tipo Carromero que tienen sueldecitos de 50.000 euros anuales…), todavía tendrían que irse a la calle muchos miles más.

Pero no parece que a nuestras lumbreras patrias se les ocurra ninguna medida para paliar la sangría. Nadie habla de bajar las tasas a la Seguridad Social para empresas y autónomos (a muchos de nosotros no nos han dejado más remedio que autocondenarnos a la economía sumergida y, por tanto, a la ilegalidad). Hace unos meses la Ministra de Trabajo hablaba de una ridícula rebaja de las tasas para autónomos jóvenes y sólo durante seis meses. A los que tienen hijos e hipoteca, que les den.

Sin embargo, no oigo a ningún político hablar del verdadero problema de fondo, no sé si por desconocimiento o porque nadie se atreve a ponerle el gato; pero tarde o temprano tendrán que enfrentarse a la cruda realidad: sobra gente.

La tasa de paro juvenil es del 57,2%, pero lo realmente dramático es que un 45,2% de los jóvenes ni siquiera han terminado la E.S.O; es decir, es gente que jamás encontrará trabajo, porque nadie necesita empleados que no sepan hacer la o con un canuto. Sumemos a estos todos esos parados de más de cincuenta años, que se han tirado toda la vida trabajando en una misma empresa y que no están acostumbrados –ni aprenderán ya- a competir y desenvolverse en un mercado en el que hay que reinventarse cada día.
El resultado es que hay una enorme bolsa de españoles que no tienen la más mínima posibilidad de trabajar. ¿Qué se va a hacer con toda esa gente?

La izquierda más radical propone que el Estado les pague un salario social, y probablemente sea la única solución. El problema es que ese tipo de medidas acaban desembocando en regímenes clientelistas como el andaluz, en el que siempre gana las elecciones quien garantice a la gente que seguirán recibiendo su paguita. Y así no hay manera de salir del hoyo.

Las viejas fórmulas no funcionan y hay que buscar soluciones nuevas, que no vendrán de quienes llevan años instalados en el poder, sino de gente radical como yo, que no necesita ganarse el afecto de los votantes. Como muy bien decía Miguel Pérez de Lema en su artículo sobre las tres comidas diarias para los niños andaluces, no podemos dejar que la gente pase hambre. Pero tampoco podemos dejar España en manos de quienes no aportan nada y sólo reciben.

Así que propongo un nuevo modelo: el Estado se encargará de que nadie pase hambre ni se quede sin techo. Pero todo aquel que cobre una paguita (y no me refiero al subsidio de desempleo que uno cobra mientras encuentra otro trabajo), que se beneficie de vivienda de protección oficial o que obtenga más del 40% de sus ingresos de las arcas públicas, no podrá votar.

6 respuestas a «Medidas radicales para tiempos radicales»

«un ciudadano, un voto» es mucho más que la ley D’Hont…es el sufragio universal, indistintintamente del sexo, raza, o nivel de renta, y tu propuesta va por el camino de volver a un sufragio del siglo XIX

A ver si me explico: alguien como Amy Martin, que cobraba 3000 euros por artículo que «escribía» para la fundación IDEAS, que se llevó muchos miles de euros muertos para sus mediocres proyectos artísticos, y que siempre ha vivido mil veces mejor que tú y yo trabajando, no podría votar. Pero un mileurista que viviera del sudor de su frente, sí.

Así acabaríamos con los asesores, los funcionarios puestos a dedo y un sinfin de corruptelas.

Mientras al PP y al PSOE le sigan votando los estómagos agradecidos, nunca saldremos de esta partitocracia. Ya he dicho que mi propuesta es radical, no apta para gente que cree que vive en el mejor de los mundos posibles.

Visto así, con ese ejemplo tan contundente de Amy…lo voy a considerar, bueno, lo consultare con la almohada…ya que nadie se cree que vive en el mejor de los mundos posibles. ¿Pero, se puede estar seguro de que tu propuesta no excluiría del voto injustamente a tantos que son dignos de él, como enfermos, discapacitados, jubilados, etc o insinúas que no son dignos de votar?

Simpatizo con tu propuesta, amigo. Pero el problema real es el sistema monetario. En otras palabras: ¿hasta qué punto tu billete de 10 euros vale más que el papel y la tinta con que está impreso? La respuesta a esa pregunta determinará el futuro de tus hijos.

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