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Voces de la España profunda: seis porvos con la Lola

Miguel Pérez de Lema

¡Organización, organización!

Dicen que el primer ejército moderno del mundo fueron los tercios españoles -con perdón de la palabra-. Los historiadores destacan como sustento de su éxito, además de la superioridad técnica y táctica, una formidable organización logística. Y como detalle de ese buen gobierno resaltamos el hecho de que no había tercio que marchara a la guerra sin llevar detrás su buena provisión de putas.

Matar, beber y follar. El ciclo de vida del solado.

La cercanía de la muerte hipersexualiza al soldado. Sexo como urgente afán por la vida. Ancla mágica que echa en el lado de acá, el que tiene que jugarse el tipo en la frontera con el lado de allá. Comunión de la carne.

Todo general sabe que una buena puta es un bien precioso para mantener la moral de la tropa en campaña.

Esos miles de muchachos jóvenes, hacinados y exaltados por el miedo y la violencia, necesitan el premio de una continua provisión de alcohol -para mantener el valor-, de cigarrillos -para vencer al hambre y el aburrimiento- y de mujeres -para aferrarse a la vida-.

La buena y ordenada relación de una sociedad con las putas, dice mucho de la salud mental de esa sociedad y de su ímpetu y de su expectativa. En todos los imperios fundadores de ciudades, uno de los primeros servicios básicos que se cubría era la casa de putas. Desde las legiones de Roma hasta la conquista del Oeste, las putas fijaban el avance de la civilización, atraían el comercio y eran  espacio común y de tregua.

-Llevemos nuestra cosecha a la ciudad de A. que tienen un buen mercado.

-No, llevémosla a la ciudad de B,. que además tiene las mejores putas.

En tiempo de guerra, los ejércitos deben racionar y optimizar este suministro. Y así lo vemos en este bonito documento firmado por el Comité de Milicias y Defensa de la Ciudad de Madrid. Fechado en septiembre del 36, sólo tres meses después del comienzo de la guerra, las putas ya están convenientemente militarizadas.

Hay toda una novela en este «Vale por seis porvos».

César Vallejo se podía haber inspirado en él para hacer un poema de «España aparta de mí esta cáliz», igual que se inspiró en la foto del cadáver de un miliciano al que «encontraron en el bolsillo de la chaqueta una cuchara muerta», o en ese otro miliciano que escribía «viban» los compañeros, de otro poema.

Se nota que Vallejo veía la guerra por los periódicos. Si hubiera estado más cerca del frente a lo mejor hubiera encontrado una clave poética aun más alta de ecumenismo, en el ecumenismo heróico de las putas, y en las honradas faltas de ortografía del que firma este vale por seis «porvos».

Hay una intrahistoria incipiente, una autenticidad fidedigna, bajo su primer golpe de humor.

Quién fue el afortunado con estos seis «porvos». Qué servicio le estaban recompensando. ¿Y si estos seis fueron sus últimos «porvos» antes de volver, purificado, a la trinchera y caer destripado por una granada enemiga?

Y lo más importante: ¿Cómo era la Lola?

0 respuestas a «Voces de la España profunda: seis porvos con la Lola»

Graciosisimo además. «VALE POR 6 PORVOS»» e» intransferible» claro, y con LA LOLA.Buen contexto para el humor:también. Susana ( una mujer argentina).

Buenísimo.
¿Te has fijado en el detalle de que, abajo de la imagen, pone también a mano «No se puede trasferir»?
Es decir, el hombre que tenía derecho a seis «porvos» con la Lola -que debía ser una mujerona-, no podía cambiar un polvo por tabaco.

En el documento pone Toledo, no Madrid. En caso de que se expidiera para que los de Madrid fueran de permiso a Toledo sería un extra de tomadura de pelo, llegar reventaditos a echar los «6 porvos con la Lola». No lleva firma personal.
He buscado contextualizar la imagen del documento, por saber de qué archivo público o privado podría haber salido, y sigo sin saberlo, y lo que me ha hecho gracia es ver en que clase de blogs y foros se había comentado más y qué clase de comentarios ha suscitado. Pero no he encontrado nadie que lo cuestione. Para mi que tiene una pinta de falsificación, bastante reciente, supongo, pero a juzgar por lo leído, creible, desde luego que es creible.
Pero si se trata de un documento histórico auténtico, por favor, sacadme de mi error.

No sé si éste es auténtico, aunque me da la impresión de que sí. Yo he visto uno que reza: «Vale por un porvo con la Paqui», dado a un miliciano por haber mostrado mucho valor en la Sierra de Guadarrama.
Parece que en algunas unidades de milicias era bastante común recompensar el valor de esta forma.

A mí me da igual que el papel sea verdadero o no: putas ha habido y habrá en todas las guerras.
Lo que me quita el sueño es saber: ¿dónde se encontró el papel? ¿En casa de los nietos de la Lola o en el bolsillo del soldado? Lo primero, significaría que el hombre cobró los favores que la patria le debía, lo segundo, que no tuvo tiempo de hacerlo.

A mi me recuerda a la escena de «Las bicicletas son para el verano» de F.Fernan Gómez, cuando D. Luis le pregunta a su mujer que si prefiere que le de a su hijo de 15 años un duro para irse de putas en vez de meter mano a la muchacha, y la madre se niega…por la situación provocada por la guerra y la falta de higiene que es causa de muerte de batallones enteros…
El diálogo teatral no no tiene desperdicio.

Será que en momentos extremos, los hombres solo piensan en echar el ultimo polvo, como una especie de extremaunción?
Será que ese instante preciso de la eyaculación les lleva a las puertas del mismo… infierno? allí hablan con Bercebú y le venden su alma? Será que para el hombre lo mejor que le puede pasar en su vida, es la fusión con una mujer y por eso lo reclama en los últimos momentos, o, al menos, en los más próximos al fin de sus días? ¿ por qué ninguno lo/se confiesa?

En lo que a biología respecta, el mamífero macho debe expandir su semilla al máximo de hembras posibles y las hembras elegir al macho más apto para la reproducción.
El humano, como «mamífero inconsciente» no es ajeno a esta dinámica vital.

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