http://www.youtube.com/watch?v=R0ZjuSbVNnI&NR=1
Miguel Pérez de Lema
Tiene su encanto leer a cinco columnas eso de «Estado de alarma». No se puede negar que es un pedazo de titular. Hace a la gente sentirse viva, da la falsa impresión, como todos los grandes titulares, de que algo muy fuerte va a pasar. Qué se yo, como si estuviéramos a punto de que se armara por fin la gorda, y se liara una buena, y hace soñar con que luego, por fin, el orden -el Orden original- devolverá el equilibrio a la galaxia y seremos todos felices y lustrosos como funcionarios de la Junta o así.
Luego, claro, no pasa nada. Y si pasa no importa, como decía mi maestro. Porque no es por aguar esta fiesta semi levantisca, y como justiciera que uno nota en el ambiente, pero es que algunos llevamos en estado de alarma ya un buen trecho del camino, a lo mejor unos cuantos meses, igual hasta varios años, y sabemos que pasar, pasar, nunca pasa nada y que cada palo aguante su vela.
Yo llevo, sin exagerar, tres años en «Estado de alarma», y mi particular Unidad Militar de Emergencias mental hace tiempo que está prestándome ayuda humanitaria, porque es que no levanto cabeza, se me han caído todos los palos del sombrajo y a cada paso que doy descubro el avance de la pobreza, el desencanto y la depresión entre más gente, más empresas, más barrios.
Yo mismo, no lo oculto, soy muy pobre y no hace tanto era clase media.
Voy casi tan a peor y estoy tan desencuadernado como la mismísima España, y vive Dios que no soy, ni de lejos, de los que lo está pasando peor. Muchos sabemos mucho de lo que es estar alarmado, señora, esa mezcla de hiper actividad e incapacidad para moverte cuando ves que se agota el oxígeno.
Así que cuidado con venirnos ahora con vuestro «Estado de alarma no puedo irme de puente que dolor que pena».
Lo que sucede es que hasta ahora teníamos a más de medio país a salvo del contagio de la ruina, siquiera de respirar su hedor, de tiznarse con su mugre, de padecer con sus lamentos. Medio país largo que veía esto de la demolición de España, de su ser y su hacienda, como una cosa de pobres que llenaba los telediarios, como ruido de fondo, mientras ellos seguían a lo suyo. De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente.
Qué se le va a hacer, siempre hay un pobre dando la lata en el telediario, no hay motivo para sentirse amenazado. Pero resulta, señora, que el pobre de pronto soy yo, o es su hijo de usted, o es su vecinísima del tercero duplicado. Y en verdad os digo que pronto será imposible no vernos ni saber de nuestros estados de alarma.
Algunos descubren ahora la alarma, a cuento de una preciosa batalla entre la crema de esa media España que ha vivido en le mejor de los mundos posibles, y unos cuantos de los suyos, de los que todavía «pueden», de todos esos marianos que oyes, es dar las cinco de la tarde del viernes y ya están rumbo a las chimbambas con toda la familia a cuestas, porque yo lo valgo y el que que no pueda que se alivie sólo, hombre ya.
Y ahora voy yo con mis cinco euros en el bolsillo y me asusto de vuestra alarma, y me compadezco de vuestra desesperación. Ya te digo.
Porque aquí va siendo hora de empezar a hablar de lo mío y de lo vuestro, de los unos y los otros, de los de dentro y de los de fuera, de los que gozan trabajo, dignidad, justicia y privilegios, y de los que nos estamos comiendo los mocos mientras os vais de puente toda la familia a Nueva York, que en Navidad la ponen muy bonita, chico.
A mí vuestro estado de alarma me llega un poco tarde, me coge un poco de perfil, y me le suda desde aquí hasta Pamplona.
0 respuestas a «Elegí un mal día…»
Debe de ser ese historico balance de fin de año que nos hace hermanarnos en algun estado ,yo tampoco soy, la argentina media que la paso re-mal, Mas, debo coincidir que me hallo tambien «desencuadernada»» de Mi Argentina, y temerosa de las cercanas y reales fases de hambre. Susana (una mujeer argentina)
Joder, qué bueno, Miguel.
Qué bueno.
Y qué cierto.
Si.
Que atropello, que indignación, que ordalías, que el ejército acabe con esta rebelión que nos niega el sacrosanto derecho del puente!!!!!!
Miguel, tu artículo me parece genial. Lo tuyo y lo mío, eso es lo que hay: unos enfrentados a otros.
Os pego aquí la opinión de una controladora, que, como es lógico, también defiende lo suyo como quizá tengamos que empezar a defender lo nuestro los demás. Lo malo es que la mayoría de nosotros no podemos causar tanto perjuicio ni exigir derechos que perdimos hace años.
«Porque me estáis escribiendo cosas de flipar:
Anónimo dice que no se lo cree, me parece cojonudo. Es lo que hay. En lugar de leer los periódicos pagados por el gobierno lee el Boletín Oficial del Estado, ahí está todo y luego decides lo que te crees y lo que no.
Otro dice que vivimos en un estado de derecho. Pues va a ser que no. El primer decreto ley que nos cascaron anuló nuestro derecho a la negociación colectiva violando la Constitución. Pues ahí está.
Me abren dos expedientes disciplinarios por escribir una mariconada de blog. Tengo dos juicios pendientes, que cada cosa que vosotros tenéis por ley yo tengo que ganarla en los tribunales y eso si tengo suerte, que si no me jodo, porque soy controladora y no se me aplica ni de coña la misma justicia que a vosotros lo creáis o no.
Mis huelgas las pactan sindicatos en los que no hay ni un controlador y me nombran servicios mínimos del 120%. Si eso es tener derecho a la huelga que baje dios y lo vea.
Ponemos a la opinión pública en nuestra contra: mentira, siempre lo ha estado porque nadie se ha molestado en escuchar los argumentos y datos que llevamos dando un año. Sólo oyeron 360.000 y no pasaron de ahí.
¿Para qué cojones creéis que nos han cascado tres decretazos y una orden ministerial?
En el primero nos ampliaron la jornada por el morro en seiscientas horas al año, que está de puta madre.
Nos crujieron el sueldo y resulta que todos sabéis lo que yo gano porque lo dicen en la tele. Pues tampoco es verdad ni por los cojones. No gano 200.000 euros al año por mucho que diga el ministro. Ni eso ni la mitad.
Si os molestaseis en mirar mejor, veríais que hace nada la directora de navegación aérea se soltó el moño diciendo que pedíamos más dinero saliendo de una reunión de la que existe un acta en la que no figura semejante petición. Un juez la obliga a retractarse, pero vosotros sólo oís lo que os da la gana. Y somos los malos para variar. Y de éstas hay mil.
Hemos presentado cientos de demandas por incidentes de seguridad, por irregularidades de todos los calibres. Van a parar al fondo de un cajón. Estamos recurriendo a tribunales europeos porque lo de España es el coño de la Bernarda.
En el segundo decretazo nos quitaron los descansos y se concedieron barra libre para ponernos a currar como animales y nos obligan a estar disponibles 365 días al año, 24 horas al día. Esto se lo comento a los médicos que me dicen gilipolleces, que ninguno curra todos los días.
Me obligaron a trabajar doscientas horas al mes a turnos de mañana, tarde y noche. Y para el subnormal que dice que trabajo como todo el mundo 40 horas a la semana, eso son 160. O sea, que yo trabajo el equivalente a cinco semanas en un mes de cuatro, cuando por ser trabajo a turnos debería currar bastante menos.
Al que le salga de los huevos que se lea cualquier estudio del efecto del trabajo a turnos sobre el organismo. La mitad de los que me ponéis a caldo dormís mal dos días y estáis hechos una mierda. Yo llevo haciendo turnos sin rechistar catorce putos años, así que no me jodáis.
Y es muy fácil imaginar mi curro desde vuestros sofás, durmiendo ocho horitas cada noche. Si venís a currar conmigo a turnos un mes en una semana no podéis con vuestros huevos.
No somos controladores suficientes, y es lo que hay. No damos abasto coño. No os queréis enterar. Nos exigís currar todos los días para tener vuestros putos puentes y vuestras putas vacaciones. ¿Dónde cojones dice que seamos vuestros esclavos? ¿Por qué vosotros tenéis todos los derechos del mundo y nosotros NINGUNO?
A pesar de que nos aumentaron un huevo las horas, como los de AENA son unos inútiles nos hicieron currar como putas en verano y se quedaron sin sus propias putas horas. Y yo no puedo trabajar por encima de lo que estipula la ley porque me meten en la cárcel.
Solución: otro decretazo, el de hoy, que hace desaparecer vacaciones, bajas, permisos, reducciones de jornada por maternidad etc y así salen horas por un tubo. Y con efecto retroactivo, que ya es para cagarse.
Vuestro puente de puta madre, y yo curro dieciséis meses al año.
Me decís que pobrecitos vuestros parientes, que no podéis ir a verlos. Yo he tenido UN fin de semana libre en nueve putos meses. Han operado a mi madre tres veces y la he visto cinco días.
Y os atrevéis a decirme que vuestras familias son más importantes que la mía.
Y ahora viene la mierda de los militares. Somos dos mil civiles, y no hay ni doscientos controladores militares aprovechables para hacer nuestro trabajo. Controlar no es conducir, y para que un militar haga mi curro tiene que saberse mi espacio aéreo, mis procedimientos, la geografía de mi zona de pe a pa. O sea, que necesita un par de mesecitos o más. Sin contar con que yo muevo sesenta aviones a la hora y ellos no pillan ni la cuarta parte. Por no decir que van tiesos de inglés para vuelos comerciales.
O lo de que me hacen a mí militar por sus cojones. A mí y a su puta madre, porque en ese preciso instante le clavo al militar mi contrato en el fusilito y que se enchufe él. Lo que me faltaba ya para el duro.
¿Es seguro volar con control militar? Cuando hayan recibido la formación correspondiente lo será. Ahora mismo ni de coña.
El que quiera ser un esclavo que lo sea, no me contéis que vuestros curros son peores, espabilad y luchad en lugar de lloriquear, pero yo defiendo el último derecho que me queda, que es el de pelear por recuperar mis derechos (lo que vosotros llamáis privilegios, que manda huevos) y mi dignidad profesional y personal.
Y si lo consigo bien y si no me largo del curro. Haceos controladores vosotros y así os curráis los puentes unos a otros y tan ricamente. Os va a encantar.
Mola que sólo a una persona le haya llamado la atención que en todo este tiempo no se haya oído a los controladores. No nos dejan hablar en la tele ni salir en los periódicos porque al Gobierno no le interesa que se conozca nuestra versión. Sólo tenéis la suya.
Y no sé de dónde coño os sacáis todos el derecho a juzgarme, condenarme e insultarme si ni sabéis lo que hago ni quién coño soy.
Ya os vale a todos. Le pido al cielo de rodillas que agún día os caiga encima toda la mierda que me está cayendo y que me estáis soltando a mí. Ese día hablaremos de tú a tú y ya veréis qué bien nos entendemos.»
Copiado de: controladoresyotrashierbas
No alucino porque tengo las cosas muy claras y capacidad de anticipación como para estar preventivamente curado de espanto para todo lo que me queda de esta vida y las tres reencarnaciones siguientes ;).
No me suelo mezclar mucho con la gente, cuestión de no terminar haciendo el gilipollas redomado por empatía o contagio de espíritu gregario, pero estos días el condensado de estudio sociológico es de una calidad tal que resulta impagable, así que cualquiera lo desprecia cuando te lo ofrecen gratis en bandeja.
Desde luego, hay que tenerlas bien puestas para hacer caso omiso del «Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate» de Dante y echarle ganas al impulso de querer arreglar aún algo en este mundo… no tanto por la poca capacidad de quien lo intenta, sino por el peso muerto inevitable que suponen tantos que ni siquiera lo intentan, aunque solo sea por creerse tan insignificantes como nidiosniamo.
¿Lo qué?
A ver, traduzcamos a NingúnOtro:
No debe tener abuela, porque siempre introduce sus comentarios recordándonos que él es más listo que nadie, nada le sorprende, no se mezcla con el vulgo, blablabla… Eso siempre se le entiende.
Los problemas de comprensión lectora llegan cuando, después de terminar de hablar de sí mismo, nos cuenta su visión de la situación. En este caso, el tema de los controladores.
“Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate” es la inscripción que hay la puerta del infierno en la Divina Comedia de Dante: «los que entráis, dejad toda esperanza». Por lo tanto, de la frase: «Desde luego, hay que tenerlas bien puestas para hacer caso omiso del “Lasciate ogne speranza, voi ch’intrate” de Dante y echarle ganas al impulso de querer arreglar aún algo en este mundo», podemos inferir que NingúnOtro piensa que los controladores tienen un par de huevos, a pesar de su poca capacidad (?) y del peso muerto que supone que haya mucha gente que no lo intenta porque creen que son insignificantes. Y pone como ejemplo de ello a nidiosniamo, que es quien se ha estado preocupando de leer sobre el asunto, buscar información, poner los links para que juzguemos por nosotros mismos, pues no todos tenemos tiempo de investigar.
Supongo que a NingúnOtro le parece que lo que hace nidiosniamo cuando pone en común lo que ha averiguado es inútil. Que lo práctico para cambiar las cosas es hacer lo que hace él: mirarse en el espejo y tirarse besos.
Lamento tener que decirte, Marisol, sin que signifique que te tenga por ello menos respeto como persona, que tú tampoco estás libre de tender a entender las cosas según unos criterios conscientes o inconscientes con los que seleccionas las interpretaciones que mejor te convengan.
Eres tú la que introduce en la traducción una interpretación comparativa que el original no tiene. Que yo, haciendo uso de mis facultades personales, exponga que me veo capaz de entender lo que está pasando y que poco se puede sacar nadie de la chistera que me sorprenda realmente, no supone que me autoadjudique el derecho de asentarme sobre un pedestal en relación con los demás. Habrá sin duda más listo que yo, ya sea en términos reales o imaginados, según mis criterios tanto como según los de cada cual. Impongo ni acepto que cualquiera se crea inferior, aunque soy consciente de que la ecuanimidad con la que yo me obligo a tratar a las personas no influye en nada sobre la (falta de) ecuanimidad con la que pueden tratarse a si mismas o dejar que otros las traten. ¡Qué fácil es quedarse con la primera impresión barata… esa la tiene y la «entiende» cualquiera, por muy errónea que sea.
Me causa más agravio que beneficio tu interpretación, Marisol, porque yo no le he hecho a Miguel Pérez de Lema (que no se si es el mismo que el Miguel del comentario nº 7 porque poner en morado su nick con una url que no resuelve no da ninguna pista mayor que el contenido lacónico del comentario) el feo de no decir ni mu sobre lo que tiene de aporte personal su entrada. Mi «Lasciate…» no se refería principalmente a los controladores, sino precisamente al relato descriptivo de Miguel sobre su propia situación, extensible a la de tantos otros que llevamos (me incluyo, quiero que conste) luchando para comprender intelectualmente la situación en la que nos encontramos desde hace bastante tiempo -heredada en muchos casos de nuestros antecedentes hasta x generaciones-, y sobre todo buscando cómo actuar en el mundo físico y concreto para ponerle remedio. Donde confluyen las dos tramas es en el hecho de encontrarnos todos ahora mismo evaluando las circunstancias y los resultados del último intento práctico particular que nos ha llamado la atención, el de los controladores aéreos.
De ahí que no entiende lo de poca capacidad (al comparar la de los controladores relativamente con la que se le puede suponer a cualquiera del montón), cuando yo estaba generalizando lo de la capacidad para incluir con sus más y sus menos a la de Miguel y a la de tantos otros que han dado muestra de su nivel en tantos comentarios como ha suscitado en tantos medios y lugares el revuelo que han causado las acciones del gobierno y los controladores. ¿Acaso pensó que la mera acción de los controladores me sería suficiente para calificar la escena de «condensado de estudio sociológico» y adjudicarle calificaciones elogiosas?
La insignificancia de lo que aquí ha aportado nidiosniamo (sin perjuicio de lo meritorio que pueda tener lo que haya hecho en otro momento y en otro lugar porque no me da la gana opinar sobre lo que desconozco y perderme el respeto que me debo) radica en que su acción aquí se limita a un comentario trivial (todo se reduce a un montón de unos enfrentado a un montón de otros) y un corta-y-pega. Si esa perogrullada no es insignificante por lo nada que aporta, que venga alguien con criterio y lo vea.
Pues nada, caigo otra vez en la indulgencia de gastar más palabras de las estrictamente necesarias, y además agradezco de todas formas la traducción -de forma condicional, supeditada a que se cumpla la suposición de que no existe ninguna factura en tránsito 😉 – porque sea para bien o para mal cualquier incidente contribuye a que aprendamos.
Quizá mi comentario ha sido un poco ofensivo, NingúnOtro, te pido disculpas por ello.
Todos estamos aquí para aprender. Llevaba todo el día siguiendo los links que nidiosniamo había colgado en el artículo que hay bajo éste y, no sé por qué, di por hecho que tú también lo habías visto (la red, que me marea).
Mea culpa.
Pido disculpas por ello.
Pero no pienso disculparme por tratar de saber si hay algo tras la grandilocuente hojarasca de tu incontinente prosa. Sólo me comprometo a no volver a traducirte… gratis. 😉
Haya paz!!!!!! a veces lo que comienza con un»gancho» interesante (como decimos los argentinos) eso que nos llama la atención x el trasfondo, por el lenguaje florido etc etc, de los arts. se torna en una lucha de «narcisos» y se desvirtúa la comprensión del mismo. Suele pasar a menudo.He aqui nuestros «egos».Saludos. Susana (una mujer argentina).
No acepto tus disculpas, Marisol, pues a mi no me has causado ningún perjuicio que las justifique. Lo único que lamento es comprobar cómo poco a poco y casi inexorablemente cualquier tuerto, en lugar de alegrarse de poder ser útil entre los ciegos, se tiene que dedicar a conseguir un crédito para financiar que Corporación Dermoestética le extirpe el ojo que le queda sin que la cicatriz quede demasiado fea (un efecto pavloviano innecesario, obviamente, puesto que pocos quedarán para admirar la pulcritud del trabajo).
Por supuesto que hay algo, pero es el resultado de combinar muchos factores, cada uno con su base propia para poder ser entendido cabalmente. ¿Cómo te sentirías tú si buscaras clientes para tus clases de estilo y lo único disponible por mucho que miraras fueran candidatos que aún no dominaran el alfabeto? ¿Te animarías a empezar a enseñarle el alfabeto a alguno, o te desesperaría la magnitud de la tarea antes de llegar al punto de poder hablar con algunos de lo que es el estilo? ¿No desearías que hubiera por lo menos un par de maestros de primaria que pudieran dedicarse a enseñar el alfabeto y los rudimentos del lenguaje a los analfabetos, que estuvieran por lo menos suficientemente a la altura para que con ellos sí que pudieras empezar a hablar directamente de estilo?
Pues imagínate que para combinar los factores como yo los combino, que me sale un resultado global harto coherente, de forma que suficiente gente pueda compartir una base común que pueda ser útil, hay que convencer a los marxistas de que es necesario reformular la definición de clase, esa con la que insisten en empujar a la gente para que cultiven una conciencia de clase que por errónea les empuja hacia un callejón sin salida; que algo parecido ocurre con la deificación de la propiedad privada por los liberales, etc. Un montón de factores se interpretan por intereses sectoriales de forma interesada, de tal manera que juntándolos todos bajo su actual forma predominante no hay forma de encajar las piezas del rompecabezas para que a cada cual le correspondan piezas suficientes para ser viable. Me preocupan tanto los que no tienen ni puñetera idea de lo que es el alfabeto de una o varias de las piezas, como los que de alguna de ellas tienen una dogmática maestría de estilo en un latín que solo hablan ellos.
Es que resulta tremendamente complicado intentar explicar nada. Imagínate como me siento… supón que eres Noé, y que ante el anuncio del diluvio tienes que construir una barca para salvar a tu gente. No es lo mismo un Noé con treinta familiares tan espabilados como Noé, que un Noé que tiene que construir en solitario una barca además de seguir cambiándole todos los días los pañales a los treinta familiares que quiere salvar, porque no concibe construir sólo un bote para si mismo y que a los familiares les den por donde amargan los pepinos porque ya está bien de que le tengan la vida amargada a él y vayan a seguir haciéndolo si los salva.
¡Con lo fácil que es ser ignorante, coño! Maldito Descartes.
Si algo queda claro visto lo visto, aparte por supuesto de la brillantez de Miguel, es que en ningún otro país civilizado pasan las cosas que pasan en España. Ningún otro tan confuso, tan frustrado, tan anacrónico y tan estéril como éste.
Por cierto, voy componiendo lo que pienso y lo que escribo simultáneamente, y como resultado me sale algo mucho más cercano a la transcripción literal del lenguaje hablado que al que se puede encontrar en cualquier libro donde haya pasado por dos o tres iteraciones de corrección de estilo. Puedo comprender que dada tu específica dedicación a estas últimas labores no consigas reprimir el impulso de hacer de correctora 😉 . Es normal que cada cual intente sentirse lo más útil posible aportando aquello que mejor sabe hacer.
Además, ¡que carajo!, está es tú casa virtual, y tengo más que presente que aunque mis requerimientos operativos implican intentar empujarte hasta el límite de tu rendimiento, eres muy libre de decirme en cualquier momento… ¡Hasta aquí hemos llegado, guapo!
Voy a ver si pesco en aguas revueltas y me hago con la colaboración de algún(a) controlador(a).
Pecadordelapradera… me viene de perlas la expresión (más o menos literalmente) «La hierba de la pradera del vecino siempre se ve más verde que la de la propia».
Imagínate lo que deben estar pensando en estos momentos los estadounidenses de su servicio diplomático solamente porque el amigo Julian les está dando caña ahora a ellos específicamente.
Desde luego que sí, NingúnOtro. Aunque lamentablemente la pradera de nuestros vecinos casi siempre está mejor cuidada que la nuestra. No sé si por falta de lluvia, o porque en este envidioso país todavía exista demasiada diferencia entre los de arriba, en sus modernísimas torres de control, y los de abajo, aguantando el chaparrón
No me hables de envidia, pecador… si yo te contara…
Cada letra que tecleamos añade detalles a nuestro punto de vista.