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Donde fueres, haz lo que vieres

por nidiosniamo

Me cago en la puta.
Juro que si tuviera una pistola le descerrajaría la cabeza de un tiro.

Hace veinte años, mi hermana vivió un año en Munich.
Y, cuando la visité, me sorprendió el rigor de las normas de la comunidad de vecinos.
Ahora que muchos latinos viven en mi bloque y los de los alrededores, lo entiendo.

El tipo al que tengo ganas de matar es un inmigrante latino, trabajador y, muy probablemente, honrado. Lleva una hora y media hablando por teléfono de ordenadores, de megas, de memorias RAM, de precios de teclados, de pantallas… La putada es que lo hace desde su terraza, donde su voz se amplifica hasta oírse en toda la calle. Vive en un piso patera y no quiere hablar dentro por miedo a despertar a los demás. A fin de cuentas, los del piso son sus compatriotas: mejor no dejar dormir a todo el barrio de hijueputas españoles.
Le llamaron a las dos de la madrugada y son más de las tres.

A mí, que estoy escribiendo en mi terraza, me ha cortado el rollo.
Pero no me jode tanto como a la gente que tiene que levantarse a las seis y media o las siete de la mañana.
Si el tío fuera español, hace tiempo que alguien habría gritado: ¡vete a hablar dentro, hijo de puta!
Pero el tipo es inmigrante y nadie se atreve a levantar la voz.
Enciendo un cigarro y me acodo en la terraza, frente a él, mirándole.
Nos separan ¿cinco metros?.
Pero no se digna mirarme ni una sola vez.
Ahora le pasan con su madre.
En su país deben ser las seis de la tarde. La madre está un poco sorda y el tío tiene que hablar todavía más alto.
Alguien cierra una ventana violentamente al grito de ¡gentuza!

Se me terminan de inflar los cojones y le digo: ¿te das cuenta de la hora que es?
Pero él finge no oírme y sigue a lo suyo.
No le da importancia: su familia sólo le llama una vez a la semana.

Lo malo es que en el piso viven diez adultos y otros tantos niños y todas las noches a alguno le llama su madre a las dos, las tres, las cuatro de la mañana.
Y todos ellos, para no molestar a los demás, se salen a hablar a la terraza.
Y hace un calor de justicia, y todo el mundo tiene las ventanas abiertas y no dejan dormir a nadie.

Y yo entiendo su problema horario.
Pero ahora, más que nunca, entiendo a los alemanes.
Aunque a los que tengo ganas de colgar de un árbol es a los putos caseros españoles.

0 respuestas a «Donde fueres, haz lo que vieres»

Yo viví esa situación en un cine a mitad de película.

¡Es que somos unos fascistas de tomo y lomo!

Aunque es buena idea esa tuya de acabar tirando contra otro nacional, eso sí que es lo español.

Lo de que sea español, es lo de menos. Es la figura del casero en cuestión, independientemente de su nacionalidad (pero suelen ser españoles) Han descubierto un negocio sumamente rentable: cuando el piso necesita una reforma porque ningún español con dos dedos de frente se metería ahí, lo alquilan a inmigrantes. Saben positivamente que un inmigrante no puede pagar ese alquiler abusivo y que realquilarán cada metro cuadrado, de esa manera podrán vivir en un buen barrio por 150 o 200 euros.

Y al tipo de la terraza no lo entiendo: sabe que está jodiendo a los demás, pero se la suda. Como si tuviera la seguridad de que nada malo puede pasarle. Pero algún día, a algún vecino de los que se levantan a las seis de la mañana, se le cruzarán los cables y se liará la de dios es cristo. No entiendo esa actitud de ir haciendo amigos, me parece de gilipollas.

Sí, lamentablemente la cosa es así.
Pero no son solo los latinos los que pasan de «integrarse», ¿qué me dices del magrb, del mundo islámico?
¿Por qué no puedo ponerme una minifalda si sé que me voy a tropezar con alguno?
¿Porqué no puedo ponerme un escote?
No por ello estoy provocando. Quiero vestir, pensar, sentir y desde mi libertad, errónea para otros, actuar.
Otras mujeres, que han sido violadas, no pretendían provocar los instintos bajos y depredadores de sociedades altamente machistas e intolerantes que se están instaurando, en este caso, en España.

Mi abuela materna, que era analfabeta y sabia, siempre nos decía: «ande fueres, haz lo que vieres». Qué verdad más intensa.

En mis viajes al mundo árabe, magrebí, siempre he respetado profusamente sus normas. ¿Por qué ellos no?

Jamás he tenido un problema con el África negra, ni aquí, ni allí.
Tampoco con el resto de Europa; ni aquí ni allí.

¿Alguien tiene una respuesta?

Los musulmanes son un caso aparte, particularmente conflictivo y preoupante. Pero los que a mí más me sorprenden son las personas «de izquierdas» que defienden a unos tipos que obligan a sus mujeres a llevar pañuelo (y apoyan, al mismo tiempo, que las niñas de 16 años puedan abortar sin decírselo a sus padres) .

Lo de los latinos que no quieren integrarse se solucionará en unos añitos: en cuanto sus hijos, educados aquí, sean mayores y sientan vergüenza de unos padres a los que critica todo el barrio. Espero. (Acordaos de las películas de Paco Martínez Soria: los hijos, instalados en la ciudad, se avergonzaban del padre que llegaba con dos gallinas vivas en el cesto)

Ojalá sea así, Marisol.
Sería lo mejor para todos: para los que se vienen, para los que se van, para los que se quedan, para los que nacen aquí, para dónde, paraguayo….

Me da que pensar que, en el resto de Europa, particularmente en Alemania, hay turcos de 4ª generación ¡y no se integran!, de hecho, han creado otra nueva lengua, una mezcla entre alemán, turco, kurdistaní, inglés… y por cierto, hace una música maravillosa. Pero no se integran.
En Francia, el país de la libertad, igualdad y fraternidad, pasa lo mismo. En su caso no son turcos, son magrebíes, bien resentidos con la sociedad opulenta (?) que promete un estatus inaccesible. Esta mezcolanza ha propiciado tb una música maravillosa.
En EEUU, no es que la cosa resultara más tranquilizadora; sólo algunos descendientes de los países del Este, se han integrado perfectamente en el American Way of Life. Podemos observarlo en cineastas, músicos, deportistas, administrativos, actores, delincuentes, etc.
En Cuba, la mezcla resultó de alto voltage en belleza, cultura, simpatía (dejando a un lado la política). En Cuba se restregaron unos con otros y, el resultado, es fantástico.

Ojalá España, los que van, los que viene, los que se quedan… miren a Cuba, y al Norte de Europa.

Bueno pues alli tienen los españoles un poquito de muestra de la buena mierda que dejaron en latinoamerica. Porque la mixtura de razas y cultura enredada, casi bastarda, es con la buena semilla de los civilizados españoles

Que coman en su patio en la noche un poquito de ese mamarracho migrante, es muy justo. Obvio que los españoles que llegaron a America a preñar indias no son los mismos que se quen de lo irrepsetuosos que son los indios esos que hablan por fono perturbando la paz de la ex-bonita vecinad, , no son los mismos pero alli están pagando la culpa de los padres de los padres de los padres…

La culpa de los pre-históricos españoles, po definición pura pre-históricos porque solo cazaban y recolectaban, a si claro y para matar al otro soldado, al de la entrepierna, una violadita a una nativa.

Esos latinos, pobre diables que estane en España, son personas sin dginidad que están donde no los quieren y que no se van aunque los boten

El dia de la final, yo quería que gane Holanda, cualquiera antes que la racista España, que es incapaz de aceptar la mierda que hizo en Latinoamerica

Sudacas, no regresen, tampoco aca los queremos.

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