por Malvi
Imagen en contexto original: dw-world
Me he pasado el fin de semana en pelotas.
Vuelta y vuelta.
Ahora tomo el sol boca arriba, ahora boca abajo, ahora me tiro al agua, ahora buceo, ahora nado, ahora hago el muerto…
Cuando podía presumir de curvas firmes, me entusiasmaba desnudarme en playas recoletas a altas horas de la noche. Me despojaba de la ropa como si no hubiera mañana, corría hacia el agua salada y me echaba a reír cuando sentía el mar gozando toda mi piel. Entonces desnudarse tenía otro significado: era una ofrenda hacia aquel que acabaría dentro de mí sobre la arena. No era un acto de valentía, sino de generosa vanidad.
El último fin de semana, la cosa era muy distinta.
Para empezar, no había playa, sino piscina; no había hombre joven y enarbolado, sino pandilla de amigos, y no era de noche: hacía un sol de justicia, que es lo que más resalta los defectos. Mi cuerpo ya no podría ser mi herramienta de trabajo, desnudarme ya no es un regalo para los otros: es un placer para mí.
Es lo que tiene envejecer: te vuelves egoísta.
Y, cuando eso evita las marcas del bañador, mola.
0 respuestas a «En pelotas»
estar desnudo horas y horas es todo un placer, es parte de lo bueno del verano
Yesssssssssssssssssss
Desnudas o vestidas, para mí las mujeres hermosas son las que escriben bien. Como tú.
Thank you, Ricky.