Miguel Pérez de Lema
En 1969, alguien filmó por un agujerito nuestro presente. ¿O lo estaba programando?
En este vídeo vemos un avance conceptual, pasmosamente acertado, de las aplicaciones de Internet en la vida doméstica del S XXI. El toque vintage y retrofuturista de los aparatos, y el el estilismo de la pareja que nos representa a tí y mí ahora mismo, no hacen sino añadirle encanto pop al asunto.
Hay un bonito subgénero dentro de la conspiranoia dedicado a los inventos secuestrados, que habla de patentes, como la de la televisión, o la del i-pod, demoradas por «el poder en la sombra» durante décadas. El caso es que hay estremecedoras evidencias en el terreno de la energía (ya iremos poniendo alguna aquí, si no vienen antes los hombres de negro), que dan alas a nuestra perturbada imaginación.
(La conspiranoia es, ante todo, un género literario).
El toque conspiranoico de esta filmación se acentúa al saber que el documental tenía detrás a la Dirección de Información Audiovisual de la ONU.
Aunque de la ONU ya hablaremos otro día.
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