Dinero (5)

Por artistadesconocida

Hacía siglos que éramos amigos.
Entre nosotros había una complicidad a la que rara vez se llega sin sexo.

A veces él se venía a pasar unos días a mi estudio y pintábamos juntos. O él se ponía malo y me llamaba para que fuera a hacerle una sopa y a cuidarle.

La cantidad de veces que nos imaginé desnudos y embadurnados de pintura… Pero nada de eso sucedió. Entonces los dos éramos unos pelados de hambre. El dinero nos importaba una mierda, sólo nos importaba el arte. Yo siempre estuve enamorada de él por la única razón de que no parecía enamorarse de mí como todos. Éramos iguales. Él vivía siempre con mujeres que le mantenían. Yo me las ingeniaba para no depender de nadie. Los dos éramos libres. Como la Unión Soviética y la URSS durante la Guerra Fría, evitábamos a toda costa una pasión que habría sido un Plan de Aniquilación Mutua.

Y de repente llegó el éxito, el dinero. Y nos fuimos de borrachera una noche para celebrarlo. Borrachos los dos, caminábamos por la calle al amanecer, apoyados el uno en el otro, uno todavía pobre, la otra moderadamente rica. Y me arrinconó contra la pared y comenzó a besarme y a tocarme como yo siempre había deseado. Joder, qué sexy te pone el dinero, me susurró al oído.

Fuimos a su casa. Culminamos algo que no recuerdo bien, dejé unos billetes sobre su mesa y desaparecí.

No volvimos a vernos en mucho tiempo. Su ascenso comenzó con mi declive, le seguí en todos los periódicos que encontré, visité sus exposiciones sin decirle nada, recorté los artículos que hablaban de él.
Una crisis, unas facturas, un novio sinvergüenza, broncas con la galerista de mi éxito y todos los que probé después, broncas con mi familia… volví al punto cero. A ahorrar en la comida.
Y anoche volví a verle.
No recuerdo nada.
Pero estoy desnuda entre las sábanas.
Y hay unos billetes en la mesilla.