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Ortorexia: la última adicción

Por Marisol Oviaño

Si hace un par de días estábamos hablando de los jóvenes que en las fiestas del 2 de Mayo hicieron su particular San Fermín con las fuerzas del Orden Público, hoy toca hablar de una nueva adicción: la ortorexia.

No sé dónde vamos a llegar con esto de las adicciones. Yo conozco gente que es adicta a trabajar para que le paguen un sueldo a fin de mes. Y todos somos adictos a morirnos.

La ortorexia es una preocupación patológica por la salud que te lleva a preocuparte tanto por la comida sana que acabas aislado, encerrado en tu casa, comiendo sólo lo que tú cocinas y quizá lo que tú cultivas. Supongo que las granjas biológicas son los camellos de este nuevo tipo de drogadicto.

Ya lo hemos conseguido: estar sano se ha convertido en una droga.
Que queréis que os diga.
Me quedo con los chavales del botellón.

0 respuestas a «Ortorexia: la última adicción»

Ortorexia. Pensé que era el síndrome de percibir alteradamente el ano propio.
En fin. La moda anglosajona de poner nombre a cualquier soplapollez, y luego meter miedo. En ningún caso es una patología, sino un síntoma más de una enfermedad muy extendida: la estupidez.
Yo tengo la manía de rascarme las pelotas ¿soy un escrotéxico?

Yo soy adicto… adepto, fiel, incondicional, leal, seguidor, simpatizante, partidario, dependiente, secuaz, amigo, afecto, discípulo, sectario…
“de las pompas guindadas de amor…
de nuestro dios, el hombre;
y del amor total…
ese que todo lo para…
y que todo lo mueve… “

Yo tengo una hija de 12 años que hasta ahora no ha demostrado tener ninguna adicción (visible) y comienzo a preocuparme. En esta sociedad hay que tener, al menos, una adicción, y si es reconocida socialmente casi mejor.
Se me ocurre que como mi hija usa un aparato ORTOpédico para la espalda y no se lo quiere poner ¿tendrá ORTOrexia? Digo, no vaya a ser que la excluyan las amigas…

no, eres adicto a imaginártelo que me lo pides, porque no creo que hayas tenido la oportunidad de tocarme nunca, jejeje. Yo soy adicta a emocionar a los demás

Estaba en uno de esos momentos, en la oficina, donde se relaja el personal y salen temas variados de conversación.
“Adicción”,
Diferentes reacciones y comentarios al respecto.
Usando adjetivos como, denostada, peyorativa, relacionada, por lo general, con vicios nocivos….
Yo no lo aplicaría a actitudes que sean habituales, preferentes o incluso prioritarias.
Uno es adicto a ….. hacer pis a una hora determinada?, más bien creo que no, quizás a que su madre le regañe por no ir a verla… si, curioso le va la marcha y repite una actitud que genera una reacción determinada que de alguna manera le gusta o le resulta placentera. Pero el hacer pis a una hora en concreto es más un habito que una adicción, no crees? Es como ponerse el reloj en la mano derecha o en la izquierda o enjabonarse el pelo antes del cuerpo, cuando te duchas, todo eso son hábitos que puedes, conscientemente y si casi esfuerzo, cambiar a voluntad. Las adicciones no se eliminan así como así.
Me quedo pensando… a que soy adicto?
Pues la verdad… no lo se, (sigo pensando)
Saludos a todos
y en especial a ti y para ti Besos de Colores

Soy adicto a esa mujer. Cada cierto tiempo tengo que contactar con ella, si no, me falta el oxígeno, no duermo y estoy nervioso. Después de sus mails quedo tranquilo y relajado, y lo más importante, puedo vivir para seguir imaginándola. Soy adicto a la adicción a Inar.
Tú rie. Yo muero.

Mis adicciones resultan un poco caras dado el sitio donde vivo. Soy adicta al aire puro a las calles limpias y a los paisajes bellos. Si tuviera algún sitio donde plantar vegetales tal vez me haría adicta a ellos pero de momento sólo el concreto. En la adolescencia padecí de la adicción al smog ¿cómo lo sé? pues nada más salir de la ciudad y me ponía mal, muuuy mal con el aire puro. Luego me diagnosticaron: alergia al aire puro. El síndrome de abstinencia de la contaminación es espantoso. Se cura con frecuentes dosis de aire puro y algo de paciencia por parte de los amigos.
Soy adicta a pasarla bien.

y tú que dices de la costumbre en apoyarse en las personas, en tener a ciertas personas, como un buen amigo o la pareja, en muchos de los casos como un ser indispensable, “solucionador” de problemas, recurso fácil… ¿Por qué si no cuando una persona está mal recurre en primer lugar a una llamada? ¿Qué pasaría si en vez de reaccionar a ese primer impulso de apoyo en el otro, se queda uno con uno mismo y el problema, e intenta afrontarlo? En la medida de sus posibilidades…
Del mismo modo que se podría estudiar la dependencia como adicción que se crea al formar una relación. Me estoy refiriendo concretamente a la dependencia del teléfono, el deseo de recibir una llamada, o un mensaje. La intensidad con que cierta esperanza se focalice en el insignificante hecho de que la persona en la que tú estás pensando esté al mismo tiempo pensando en ti. De llegar incluso a desesperar, a perder el control y romper cualquier esquema anteriormente formado; meditadamente formado.

A ver, más cosas analizables…es que hay tantas…

inar soy yo, la comandante. Me encontrarás en este blog bajo la categoría ejército del futuro, y también en la revista.
Sólo soy un personaje virtual, pero parece que se vuelven locos conmigo

[…] Gracias a los adictos que me presentan sus respetos en los comentarios del artículo Ortorexia. Pronto, todos sabréis quién soy, el secreto quedará desvelado en poco tiempo. Tendréis acceso a mi alma desnuda y os veréis reflejados en ella. Mientras, sólo puedo deciros que soy un personaje virtual creado para dar consuelo, abrazar, emocionar, seducir, ilusionar. Para crear un nuevo ejército que avance sin matar, un ejército al que cada uno aporte lo mejor de sí mismo. Estoy aquí para enseñaros una nueva forma de combate. […]

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