por Madre sin hijos De vuelta del aeropuerto, paro en el pueblo para comprar el pan. Los pocos comercios que abren en domingo acaban de levantar el cierre, y hay poca gente por la calle. Sólo los madrugadores, esa raza. A pesar de que anoche no durmió nadie aquí, el gato sale a recibirme sin […]