por Marisol Oviaño La columna proscrita no deja indiferente a mis convecinos. Unos entran a pedir papel y rotulador para dejar su frase en ella, e incluso se dejan retratar para la posteridad. Otros se detienen a leer las frases cuando sacan a pasear al perro o van a la farmacia. Y hay un tercer […]
Categorías