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Sublimes criaturas abisales

Miguel Pérez de Lema

Siguiendo la estela de nuestro Work in progress «Voces de la España profunda», arrancamos una nueva serie (que quizá nuestro equipo de ingenieros pueda convertir en una categoría para irla almacenando con orden).

Si en «Voces» rescatamos del olvido y tratamos de preservar algunas joyas de recio iberismo, ahora abrimos nuestra mirada al océano de la información global, horizontal y post, en la que encontramos testimonios de la experiencia humana más allá de las fronteras de lo conocido.

Ultra-hiperrealidad.

Estamos en un mundo post, un mundo después del mundo, en el que las categorías no es que hayan desaparecido, sino que se han expandido hasta el infinito. Ahora, todo es visible, todos somos emisores, y estamos conectados.

Entre lo más inapreciable, entre lo que pasaba por debajo de nuestro umbral de percepción resulta que había toda una fauna, un ecosistema, un bestiario genial con sus códigos extraños de comunicación, que una vez descubierto nos fascina. Que nos alerta de que existe, desafía nuestra capacidad de análisis y nos obliga a comprender que, a su manera, es importante.

Lo importante tras no importar ya nada. Lo post importante.

Son toneladas incontables de basura cibernética insignificante lo que tenemos encima. La más ínfima morralla semiótica. Pero entre tanta nada, surge lo maravilloso. Lo tan malo/malo que es bueno. Lo insuperable en su  género.

Nuestras sublimes criaturas abisales.

-Arrancamos con una doble entrega de estupefaciencia, en la que todos los signos se confabulan para trabajar en una resonancia perfecta de espanto, ese resort en temporada baja, esa declaración de gratitud, esa panorámica, Ah!, y esa secuencia de fotos imposibles, y por supuesto, lo más grande, ese himno «Susana es una diva, Lorna es una fan» que se te queda pegado como chapapote en el fondo de la cabeza, y en el que queda encapsulado para siempre el horror absoluto de nuestro tiempo.

Obra maestra.

0 respuestas a «Sublimes criaturas abisales»

Seguro que Susana realmente se ilusionó con su premio y se sintió verdaderamente afortunada. Justo desde que lo supo hasta que llegó a su destino, fue inmensamente feliz dando rienda suelta a su imaginación y, esos momentos imaginativos, son los que en realidad la hicieron feliz, ya que estoy segura que al llegar al destino, se dio cuenta de que estaba empezando a ser víctima. Creo, que esa filmación simulando su visión del entorno, es toda una realidad, así es como ella lo percibió, ella, aislada en una isla, es su isla interior. Seguro que en esos segundos, se dijo a sí misma mil y una vez; me quiero ir ahora mismo de aquí, esto es una mierda, pero, con un par de ¨caragues¨, sin dejarse humillar y, superando la abalancha. Ella salio victoriosa. Olé por Susana, es mi heroína!!!

Qué lastimita de gente.
Yo había entendido que la que sale en el video no es Susana, en todo caso Lorna, la fan ¿no?

Miguel: oído cocina lo de las categorías. Pero luego, acuérdate de marcar a qué categoría corresponde cada artículo, que si no, no sirve de nada que yo haga categorías.
Y feliz año, tron.

Sila. Eres una de las mejores y más positivas -y desconcertantes- personas que he conocido. Tanto que lo de avalancha con b, te lo perdono.

Marisol. Puestos a pedir a nuestros ingenieros diles que lo que quiero es una SERIE, que como he dicho va paralela a Voces.

PS: Sí, creo que Susana es la famosa que da el premio y Lorna es la fan que lo ha ganado, pero el de los nombres es un malentendido menor. Como vamos viendo, el documento da para siglos de exégesis.

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