Miguel Pérez de Lema
La gente de Madrid es rara. Parecen muy normales pero resulta que guardan en su casa un traje típico de algo, un orgullo, y a veces se lo ponen.
Madrid es raro. Parece que no pasa nada, pero casi siempre está pasando algo. Algo raro. Algo fascinante. El último día de la Almudena, me dio por salir a estirar las piernas y me encontré un movidón rarísimo. Había enormes megáfonos por toda la zona de Sol, Plaza Mayor, Calle Mayor, que emitían música de órgano, y olía muchísimo a incienso, y pasaba una cola larguísima de gentes disfrazadas, y al final, al final vi a la virgen de la Almudena.
Nunca había visto este acontecimiento. Para mí fue un día raro. Y como yo soy raro, aunque no tengo traje típico que ponerme, ni orgullo concreto que celebrar, me lo pasé bastante bien echando unas fotos, y figurando.
Raro, raro.
0 respuestas a «Día de la Almudena»
Jajaja, doy fe: eres raro, raro, raro. Como todos esos madrileños.
Recuérdame que cuando algún día ganemos dinero con este agujero negro que es Proscritos, compremos trajes de chulapos y chulapas para todos nosotros. A ti seguro que se te verá muy pinturero.
En Madrid todo el que llega es madrileño. Quizá sea por eso que los madrileños somos tan raros.
Un día, hace tiempo, caminando por una calle «castiza» de Bruselas, vi una marquesina con un anuncio que decía «Si tu viens à Madrid, tu es de Madrid». Me alegré de serlo, de no ser de lugares que se esfuerzan por crear fronteras, y seguí andando.