por nidiosniamo
Sindicatos a mí a estas alturas.
Ya he aprendido a no ponerme enfermo nunca.
Llegáis demasiado tarde para muchos de nosotros.
Cuando un sindicato haga la huelga para que los bancos se conformen con recuperar la casa y no se empeñen también en cobrar el dinero que se les adeuda con todos sus intereses, me llamáis.
0 respuestas a «Yo no hago huelga»
Se puede usted poner enfermo si quiere.
Esta enfermera cumplirá los servicios mínimos.
Muchas gracias, Mrs. Botwin. Es un alivio ver que la locura de políticos y sindicatos todavía no se ha extendido a toda la población.
Estoy seguro de que me atendería usted divinamente.
Pero no enfermo porque pertenezco a esa casta de intocables que día que no trabajan, no cobran. ¿No sabe usted el chiste?
Va un tipo por el desierto y encuentra una lámpara maravillosa.
La frota y sale un genio.
«Te concedo un único deseo, ¿qué deseo quieres?»
«No ponerme malo nunca»
Y el genio cumplió su deseo: lo hizo autónomo.
Coño, yo creía que eras médico.
Pasé la tarde en el nosocomio; transcurrió como cualquier otra. Ni rastro de sindicalistas para explicar por qué aceptaron y firmaron unos servicios mínimos del
120 % (no me equivoqué: más plantilla hoy que en los últimos meses).
No sé si unos y otros, políticos y sindicalistas, cayeron en la locura, la desidia o -aún más probable- dejaron patente su incapacidad manifiesta. A estas alturas no quiero saberlo, ya no me interesa la política ni la lucha obrera fundada en palabras huecas.
Confíe usted en las personas que, cada día, ofrecen lo mejor que tienen. Personas normales, de la calle; como usted, con sus escritos: como yo, con mis cuidados.
Ánimo compañero.
P.D. Querido Tímido: enfermerita, con intensivo cuidado. No se haga esperar tanto, no sea tan malo…
En mi pueblo no ha hecho huelga nadie.
Ni siquiera los profesores de instituto, que suelen secundarlas todas.
Yo no he hecho huelga. La única ventaja de ser autónomo es que yo me concentro sin jefe, yo me convoco sin sindicato, yo me disperso (¿ sin…?) y yo me disuelvo sin policía…
A veces me puedo creer que las normas me las doy yo, otras veces la realidad te la imponen los clientes.
nidiosniamo: ¡Bendita sea la muchedumbre que os lee! …porque ella será saciada.