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Mein kampf

Por Marisol Oviaño

Yo no tengo hipoteca, pero tengo un exmarido yonqui, que mola más.
Los que tenéis hipoteca tembláis cuando habla el Bundesbank. Yo, que vivo de alquiler, tiemblo cada vez que suena el portero automático y una voz demoníaca dice: cartero, carta certificada. O cada vez que alguna entidad financiera consigue mi teléfono rebuscando el nombre del avalista entre antiguos documentos de cuando estábamos casados.

La literatura no da para grandes juergas. Me dejo el pellejo por y para Proscritos desde hace ya siete años. Siempre tuve muy asumido que era un proyecto a largo plazo, como todos los proyectos editoriales.

Llevo toda mi puta vida dedicada a esto, soy una profesional. Pero ya no me llega con un solo sueldo. Tengo dos hijos que mantener, el yonqui no sólo no aporta nada para sus hijos, sino que además nos roba todo lo que puede (todavía me quedan flecos de deudas de mi vida con el entonces empresario de éxito). Por esa razón, mientras dure la crisis, he decidido tener dos trabajos, como los pluriempleados de los años 50, que ni haciendo doblete llegaban. Y me veo poniendo a mis hijos a trabajar a los 16, como tuvieron que hacer mis abuelas en la posguerra.

Hoy he hecho una entrevista para dependienta en una tienda de ventanas. Se gana más como vendedor de ventanas que como “redactor con experiencia de más de 5 años, conocimientos exhaustivos de Internet, inglés y español y jornada completa y partida” a cuarenta kilómetros de mi casa. Si me tengo que dejar 200 euros en gasoil y 200 en comer fuera de casa todos los meses para cobrar 1000, mal vamos.

Mi plan es infiltrarme en la sociedad civil de día, hacerme pasar por un trabajador más, y robar horas al sueño para seguir con Proscritos, mi verdadero trabajo, por las noches. Seguir luchando por los talentos en los que creo.

Hoy he recibido un correo de Rodolfo Naró. Cuando nos conocimos gracias a Proscritos, él era un escritor mexicano que buscaba su oportunidad y solicitó que hiciéramos un análisis de El Orden Infinito, una novela que apuntaba alto pero que necesitaba todavía más horas de trabajo. Él estuvo de acuerdo con nuestras apreciaciones y consejos y siguió trabajando, inasequible al desaliento.

Algún tiempo después, mis hijos, David Luna y yo fuimos huéspedes en su casa en Mëxico DF, nos dio cobijo cuando más lo necesitábamos y nunca se lo agradeceré bastante. Hoy, cuando yo estoy esperando la redentora llamada de la tienda de ventanas, Rodolfo me escribe para decirme que El Orden Infinito quedó finalista en el Premio Planeta de México y que dentro de unos días la novela estará en la calle.

A veces todo son señales para que no te apartes del camino.
Para que no dejes de luchar.

Fotografía tomada por David Luna en Cempoala hace poco más de un año

0 respuestas a «Mein kampf»

Marisol:

La foto tiene algo de profética, pues estás frente a un altar de sacrificios.
Saludos a tu hijo, de quien se ve solo un semiojo.
No desfallezcas. Sé que te toca pedalear en subida, pero que logres coronar la cuesta será también un poquito el triunfo de tantos empecinados.
Claro, tú necesitas pelas, no aliento, pero bueno…
En tu tienda de ventanas, si te dejas crecer el cabello, podrás trabajar de Rapunzel.
Te lo dice un gran ex-critor, aburrido de trabajar como promesa de futuro.
Abrazos de quien te quiere mucho.

J.

Dices que nunca contesto tus mails y es verdad. Yo soy una currita de las de hipoteca, reciente eso si, y un poco vaga. Alguna vez dijiste en medio de una conversación, joder porque no escribes eso en el blog y es que resulta que una charla entre amigos, con una copa de vino me suelta más la lengua que el teclado del ordenador sin corrección de ortografía ni nada.
Pero hoy no me puedo escapar al sentimiento que arrojan sobre mi tus palabras, no tengo excusa ni quiero dejar pasar la ocasión para decirte que eres una valiente, tía, que no importa que estés vendiendo ventanas porque siempre serás Marisol, una artista, una pedazo de “mujé” como la copa de un pino, que dices las cosas como las sientes, con dos ovarios, con el corazón, que vives como te dejan con coherencia y con ilusión.
No te dejes ganar la partida sigue luchando, no dejes que el desánimo te pueda y por favor, por los que no sabemos, no dejes de escribir, porque a algunas como yo tú nos pones voz.
Quiero decirte también que aquí estamos, aquí seguimos para lo que quieras. Y ahora voy a dejar que Benedetti hable por mi porque él lo hace mucho mejor.
Te quiero.
Emma.

Compañera,
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.

Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

¿ te sientes mejor después de desnudarte? El arte exige bajar a los infiernos de vez en cuando. Si te fijas, la laxitud vital impide que la obra avance. Podríamos decir que el arte no deja de ser nuestra prolongación en el papel, en un lienzo, en un volumen. Si tu personalidad no está forjada, las cosas no fluyen. El problema se encuentra en el equilibrio, si las hostias son demasiadas se pasa de utilizarlas de experiencia a servirse de ellas como ariete, y eso no le interesa a nadie. Yo también he pasado una mala época en muchos sentidos, y ahora soy más fuerte, ha valido la lucha, pero es curioso, la gente va a utilizar las palmadítas. Ciertas cosas ya te las he dicho cara a cara, y te las seguiré diciendo así, por que ya sabes lo que opino de airear algunos temas. El común leerá tu texto, dependiendo del afecto hacia ti se sentirá apenado, alegre o indiferente y en cualquiera de estos casos, tras la comprension o no, continuará con sus cositas sin plantearse mucho mas. No soy de frases de otros, prefiero las mías, pero ya sabes «tu me quieres, yo te quiero, no me toques el dinero».

A lo que te escribí ayer, puedo añadir esta plegaria, en la que pienso cada día desde mi trinchera:

Concédeme, señor
Serenidad para aceptar
Las cosas que no puedo cambiar,
Valor para cambiar
Las que sí puedo
Y sabiduría para
Distinguir las unas
De las otras.

Para quienes, por años, andamos ya saliendo de la adolescencia, las palabras nunca son asépticas, sino que están cargadas de perfume o de repugnantes recuerdos. Nunca escribiré «mi lucha» en la lengua Goethe.

Con palabras del propio Goytisolo, no sé decirte
nada más. ¡Ánimo!

PALABRAS PARA JULIA…Y PARA MARISOL

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentirás perdida o sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

La vida es bella, ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor.

Un hombre solo, una mujer
así tomados, de uno en uno
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otra gente.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti
como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Gracias a todos por vuestro apoyo.
La vida es conflicto y sin conflicto no hay ni vida ni obra de arte, de sobra lo sé.
Mañana empiezo a currar donde las ventanas, así que ya sabéis, si conocéis a alguien que viva por la zona de la carretera de la Coruña y quiera cambiar las ventanas, poner verjas, contraventanas o cambiar el sistema de calefacción ¡Llamadme! Un besazo para todos.

Yo no tenia casa… hasta anteayer. La casa viene con las putas ventas montadas… me cachis. Calefacción… como que no me hace falta dónde vivo, pero no te preocupes, empiezo a romper ventanales y a suplicar al dios de las tormentas para que cambie el clima de mi tierra, lo haré nada más llegar a casa.

No desesperes… estoy que hago tu primer pedido.

El recién hipotecado con empleo de 24 horas al dia.

¿Me ves?
Estoy sentado…
meditando…
en la taza de la vida…
en la vida de la taza…
¿Me ves?
Y no pienso en otra cosa…
que dejarme llevar por el rio del amortotal…
cubierto en el aroma del cafe…
del cafe aromatico de la felicidad…
¿Me ves?

Hole Lei… muy buenos dias.
Gracias por tu bienvenida.
(P.D.: Ya destrocé las ventanas… y he abierto la puerta de mi casa de par en par para tí y para todos los que quieran pasar. Ahhh, cuando tenga money… pediré ese presupuesto para ponerl as ventanas nuevas) (He hecho como aquel dicho: «de vender el coche para comprar gasolina…)

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