Multinacionales y ciudadanos de a pie

Por Marisol Oviaño

Recibo al mes varias llamadas en nombre de Telefónica y Movistar ofreciéndome distintos servicios.

Hoy me han llamado para informarme sobre una oferta nueva. Y, para mi sorpresa, el trabajador de la subcontrata que se encarga de hacer estas gestiones para Telefónica, me explica que va a proceder a una grabación en la que él leerá el contrato y yo tengo que decir que sí acepto. El tipo ha cogido aire y me ha leído de corridillo un largo contrato- creo que ha estado más de cuatro minutos sin coger aire-, del que por supuesto no he entendido ni la mitad.

He dicho que no aceptaba porque no sabía lo que estaba firmando, que me lo enviaran por escrito. Y me han contestado que no, que la “norma”, (esas leyes de Telefónica que están por encima del Estado de Derecho) es que el cliente dé su consentimiento por teléfono- en el contrato te comprometes a ser fiel a Movistar durante no sé cuanto tiempo, no he podido enterarme- y después ya le envían el contrato por correo. Es decir: firma sin saber lo que estás firmando, que ya te enterarás días después, cuando no tenga solución.

¿Es legal obligar a los clientes a “firmar” por teléfono contratos que nunca han visto? ¿No van esas prácticas en contra de los derechos del ciudadano de a pie, paciente consumidor y de la ética empresarial?

Fotografía en contexto original:billet-la_lecon_d_anatomie_