Por César de las Heras
Sería sorprendente
Llevarla en la mano y penetrar indiscriminadamente
Esparcir, regar…………
Tenemos un pene común
Y las ganas dentro de un saco, con otras
Vemos un chichi brumoso
De los de frotar
De los de absorber
Llegados a este punto
Se sitúa la parte contratante cerca del escroto
Y sin pensar
Sólo susurrando
Penetramos inopinadamente
Y respiramos profundo, los dos
De forma acompasada
Sin grandes alharacas, levemente
Profundo y leve en los inicios
Profundo y fuerte en el transcurso
Una embestida más y copulamos
Pues no
Antes de copular juguemos
Comamos, frotemos, disfrutemos
Ya no respires más
Ya copulamos.
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Antes de copular juguemos al juego erótico
Erótico del insinuar, del enseñar sin mostrar
Erótico del olisqueo, como perros en un parque
De dedos impregnados de fragancia pegajosa
Erótico del “degusteo”, de besos húmedos
De esos dedos impregnados
Comamos de ese juego,
Frotémonos con él,
Disfrutemos de él
Esa parte contratante,
Acercándose sin remedio al embiste,
Se sabe perdedora de la profunda comparsa.
Pero ya se ha rendido a resistirse.
Nunca lo ha intentado.
El juego de la cópula con ese pene le gusta en exceso.
Lo sabe de antes, de mucho antes.
Así que se ofrece, brumosa, profunda,
Carnosa, húmeda, anaranjada de deseo.
Jadeante se deja conquistar
Leve y fuertemente.
Profundamente.
Que le vamos a hacer,
Somos como perros
Menos mal