por Raton de biblioteca
Con estos tres relatos Truman Capote hace un certero, conciso, impactante y humano retrato de su infancia. Para ello elige dos momentos muy importantes en la vida de un niño norteamericano: Navidad y El día de Acción de Gracias.
En esta elección reside el primer gran acierto del autor: por sus celebraciones les conoceréis ¿Cabe imaginar mejor descripción de la soledad de un niño que narrar su Navidad sin padres o con padres que son unos extraños para él?
Los tres cuentos abordan cuestiones que podrían haberse tratado con un tono más trágico. Y ahí está el otro gran acierto de Capote. Podía haber hecho hincapié en los aspectos más sórdidos: la ausencia de padres, la falta de cariño, la miseria de la sociedad que les rodeaba… Pero Truman Capote huye de todo tremendismo y nos narra las historias como si fueran la única realidad posible, como si no hubiera nada extraño en un niño que vive lejos de sus padres y tiene por amiga a una anciana inocente como una niña.
El autor despacha lo más trágico con unas pinceladas para dar brillo a lo positivo. El personaje de Sook es la bondad en estado puro, y al mismo tiempo, la única compañía de un niño de siete años a quien nadie quiere.
Con estos dos personajes Capote construye un universo cotidiano en el que las pequeñas cosas de la vida se convierten en firmes razones de existencia.
Aunque los tres cuentos funcionan de manera independiente, los unos aportan información extra sobre los otros. Por ejemplo, en Un recuerdo navideño no conocemos el nombre de Sook, ni apenas se habla de los padres del niño. Esta es la primera información que recibimos en Una Navidad y ,en El invitado del Día de Acción de Gracias, se introduce un elemento de discordia entre los dos personajes que ya conocemos.
Truman Capote logra retratar unas relaciones personales que no dejan indiferente al lector: la ternura, la pureza de la amistad entre la anciana y el niño nos devuelven al paraíso de la inocencia en Un recuerdo de Navidad y El invitado del día de Acción de Gracias, y, en Una Navidad el autor nos muestra que en lo sentimental todos somos vulnerables, como el padre gigoló con remordimientos que quiere comprar el amor de un niño que sólo quiere regresar con su amiga anciana.
Precisión y concisión son dos de las características de estos relatos. Sin duda aquella época fue muy importante para el autor, y en especial la figura de Sook, quien queda inmortalizada en estos relatos como un homenaje a la bondad humana.
Un recuerdo Navideño
Truman Capote nos introduce en el mundo privado que él y una prima lejana de sesenta y tantos años han creado para evadirse de la triste realidad que viven: nadie se interesa por ellos. La anciana incluso llama al niño por el nombre de un antiguo amigo suyo que murió de pequeño.
Al comienzo del relato el autor se dirige al lector para situar cronológicamente la narración, que está en presente, quizá porque Capote deseaba inmortalizar ese momento. El cuento nos relata la Navidad de dos seres que no interesan a nadie y que, sin embargo, se embarcan en tareas tan altruistas como gastarse todos sus ahorros en preparar tartas para completos desconocidos.
Una Navidad
Las felices fiestas con Sook, su amiga anciana, terminan cuando el padre de Buddy insiste en que se reúna con él en Nueva Orleáns. Allí Buddy añorará a Sook, y descubrirá que Papá Noel no existe, como le decían sus primos, y que su padre sólo sale con señoras mayores. Acostumbrado a la soledad, a Buddy le costará trabajo entender por qué su padre insiste en que le quiera.
El padre es protagonista de manera directa, y la madre por las ocasiones en que Buddy la evoca, aunque estas evocaciones correspondan a un tiempo posterior al que ocupa al relato.
El invitado del día de Acción de Gracias
En esta ocasión no es Navidad la celebración elegida por Truman Capote para ilustrar su relación con el mundo exterior.
Buddy tiene un enemigo en el colegio, Odd Henderson, que le sacude por sistema por la simple y sencilla razón de que le considera un marica. Cuando Buddy se lo comenta a Sook, ella insiste en que Buddy ha de aprender a moverse socialmente. Sook, que es un desastre social, invitará a Odd a comer el día de Acción de Gracias.
Fotografia en contexto original: capote