Por Marisol Oviaño
Fotografía: David Luna
Hubo un tiempo en el que teníamos algo que mucha gente muere sin conocer.
Pero tú ya no te acuerdas.
No era una casa grande, ni mucho dinero.
Tú sólo recuerdas la casa,
que nunca fue nuestra,
y el dinero,
que era prestado
Has olvidado
el calor de tu mano cogiendo la mía cuando nacía nuestro hijo
se apagó en ti
el amor que alejó a la muerte de nuestra hija.
Después de tanto tiempo
me llamas
y me hablas
del dinero que necesitas,
de lo que nunca tuviste.
Yo sólo recuerdo que teníamos algo que mucha gente muere sin conocer.
Pero supongo que, si tú no te acuerdas,
también será mentira.
Y si es mentira,
por fin puedo dejar de escribirte.
Nadie puede detener a un hombre que ha decidido matarse.
Por eso dejé de lanzarte palabras salvavidas en vano.
Las he metido en tu sudario
antes de arrojar
tu cadáver por la borda.
0 respuestas a «suicida (La amnesia del)(última entrega)»
Demasiado tarde…
podrás…
dejar de escribirle,
pero…
jamás podrás olvidarle.
Podrás…
dejar de navegar con él,
pero…
jamás podrás dejar de rememorarle.
Podrás…
disimular,
pero…
jámas podrás dejarle…
Podrás…
dejar que se suicide…
pero…
jamás…
jamás podrás dejar de recordar
ese algo que mucha gente muere sin conocer…
¿quién ha dicho que quiera olvidarle? Nunca es tarde para empezar a construir a partir de los errores cometidos.
Eso… lo he dicho yo. Así lo supuso mi incompleta mente. Si se ha vuleto como dices… más te conviene.
Pero si es así como me dices…
«que no es tarde para construir a partir de errores…»
«NO DEJES QUE SE SUICIDE…
NI LE ARROJES POR LA BORDA…
SIGUE ECHANDOLE ESOS SALVAVIDAS…
PARA NO OLVIDARLE…
O MEJOR…
PARA PODERLO OLVIDAR…»
….dejale morir para que pueda vivir en paz…
…hay algo más terrible que la autodestrucción?…
acaso sólo la imagen de una madre llevando a su hijo muerto en los brazos.
la vida es bella pero cruel,
cada dia entiendo más la frase de Nietzsche «lo que no nos destruye nos hace más fuertes»….. a mi tambien me han salido callos en el corazón.
jajaja, menos mal que se han acabado ya las entregas del suicida, porque esto va a acabar pareciéndose al consultorio de Elena Francis.
Soy partidiaria de dejar total libertad de acción a los suicidas.
El que se suicida es porque no se hace más fuerte.
Y, a pesar de que no creamos seres civilizados, hay una ley de la selva que sigue funcionando para el género humano: sólo sobrevive el más fuerte.
Dijo un esquizofrénico internado en un centro de crónicos:
¿Que por qué estoy aquí? Ay, doctor, la vida nos pone pruebas a todos, el que las supera está libre detrás de la reja, los que no, estamos a este lado.
Así que, my dear, detecta siempre la reja que os separa y no te pases al lado en el que él está. Sí, ya sé que ser libre sin rejas cuesta un huevo.