Miguel Pérez de Lema
Veo esta mañana en el mundo una encuesta on-line en la que el 90% de la gente cree que esta es la peor campaña de la democracia. Yo, tímidamente, me atrevo a apuntar que lo que falla hace tiempo es la democracia misma, y que se este anquilosamiento y desnaturalización del ideal democrático se ha convertido ya no sólo en una evidencia, sino en un tópico.
Como sabemos, lo malo de los tópicos es que anulan la crítica, el debate, o la reforma. Son así y punto. Y eso es lo que mejor viene a los políticos profesionales, que son el problema número uno de la democracia. (El problema número dos somos todos los demás).
De esta campaña destaco la definitiva falta de pegada de la oposición. Respondieron al primer bajonazo del régimen, aquel vídeo sectario tan mono de los europeos malos, con aquel chusco power point de los perros que parecía hecho por el sobrino de algún concejal.
Y eso ha sido todo. El PP tiene hace años un problema severo de comunicación, y no aprenden. Yo creo que les va bien ser los segundos de una carrera de dos, es otra forma de ser conservador.
Luego vino el segundo vídeo del PSOE, victimismo solapado y nueva incitación al odio, con la señora aquella en el autobús.
Y entonces me aburrí tanto que decidí volver a las fuentes, a los clásicos. Y busqué este viejo vídeo, parte de la colección de los inventores de la propaganda política, de la que algunos no dejan de sacar ideas.
Y lo que vi me sonó. Ahora las cosas no son tan burdas, claro, pero…
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