Por Peter Ugly, sabandija infiltrada bajo la mesa del despacho oval
Queridos agoreros, cuando estéis en la última trinchera, esperando la definitiva oleada del enemigo, recordad cómo empezó todo esto.
Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana, Estados Unidos tenía un presidente con una popularidad imbatible, un partido Demócrata imaparable, y un partido Republicano mesándose las barbas en la oposición. Había muchos buenos amigos con estupendos planes para el futuro, pero faltaba una cosa, colocar a «uno de los nuestros» en la Casa Blanca.
Hay tres líneas de investigación.
1. Una becaria despechada denuncia a su jefe (que casualmente es presidente)
2. Una becaria despechada quiere vengarse de su amante y encuentra en ese punto la ayuda de los «buenos amigos».
3. Fueron los «buenos amigos» quienes prepararon y enviaron a la becaria.
La línea tres tiene ventajas: es un clásico universal (Sansón y Dalila, Judit y Holofernes, Salomé y el Bautista…); y todo el mundo sabía cual era el punto débil del presidente, aquello a lo que no podía resistirse, la liposucción.
Cuando el enemigo esté a punto abrirte la garganta con su bayoneta, recuerda que, acaso, de aquellos polvos vinieron estos lodos.
Preguntas capciosas
¿Cuánto costó al Estado la investigación del asunto Lewinsky? 40 millones de dólares.
¿Cuánto costó la investigación del 11-S? 3 millones de dólares.
Al menos, la mamada más cara de la historia.
0 respuestas a «¿Cómo empezó todo esto?»
Peter, eres feo, pero me encantan tus notas. Sigue así
Peter, Peter, Peter (suspiro)