por Miguel Pérez de Lema
Mejor no pensar mucho en estas cosas, porque corre uno el riesgo de acabar disparando desde una azotea. Pequeño hombre blanco, querida empoderada cuarentona, os han robado la vida y no os habéis coscado. Sois la generación del fin del mundo, emparedada entre dos siglos, entre dos civilizaciones, entre una época de esplendor inigualable y otra de posibles delicias automáticas que si llegan, os pillará demasiado viejos y asqueados para disfrutarla.
En 1998, cuando erais jóvenes -ya no lo sois, hace mucho tiempo que no lo sois, la mayoría de vosotros ni siquiera sois conscientes de esto-, cuando erais alegres muchachos pro europeos que habíais cumplido con vuestros estudios, os emparejabais, encontrabais vuestros primeros curritos, los salarios no eran ninguna bicoca pero todavía os daban para pensar en llevar una vida apañadita. El plan era empezar desde abajo y confiar en ir mejorando. Sonaba creíble porque el cotarro había funcionado así hasta que llegó vuestro turno.
Pues bien, queridos merluzos, hoy, esos salarios son exactamente iguales. No habéis prosperado ni cien pavos en 20 años.
Pero esperad, que en realidad es peor. En estos 20 años, habéis dejado de usar pesetas para adaptaros a la moneda alemana –a la que llamaron euro para despistar a los panolis como vosotros-, y habéis aprendido a disfrutar del lujo de tener los mismos precios que el país más rico de Europa. El café pasó de costaros100 pesetas a costaros un euro. Os lo explico más claro: el coste de la vida subió un 66% y vuestro salario nada, parguelas.
Por si queréis saberlo, el salario de ellos, los verdaderos europeos, ya era mucho más alto en 1998, ha aumentado un 15% en este tiempo, y sus precios han subido mucho menos que los vuestros. Bang, en tu cara.
Vale vale, ya lo sé, muchos de vosotros vais a venir con que a vosotros os ha ido bien y habéis prosperado. Que sois funcionarios o lo que sea. Pero sabed que estáis encadenados a un muerto y os vais a pudrir con él. Pensad que si el dato de 0 crecimiento es la media, por cada euro de más que habéis ganado, otro panoli de vuestra generación lo tenido que perder, y os han subido los impuestos para cubrir lo que él no cubre, y más que os los van a subir. Y a eso hay que añadir el asco, el malestar, la peste que os rodea. El auténtico bienestar, la paz de espíritu, es vivir en un país en que los demás también están a salvo, pero vais a convivir para siempre con la cochambre. La pobreza deprime y enferma, pero mata demasiado lentamente.
Así que dejad un rato el Tinderdeloscojones y atended a lo que se viene. Se os viene más presión, más soledad, más ruina y nada de compasión. Porque si creéis que lo peor ha pasado sois tan tontos que os merecéis lo que os va a pasar. Sabed, criaturas, que no sólo no habéis prosperado sino que para manteneros en la farsa vuestro país se ha entrampado hasta el cuello de deudas que son para siempre, una pella que va impedir cualquier posibilidad de que algún día, tal como os prometieron, la vida sea sencilla, amable, cómoda, europea. Y el que os diga lo contrario solo puede empeorar el panorama, joder lo que a duras penas funciona, acelerar para meter al país en Mad Max. Estáis en el horno y cualquier intento de escapar sólo puede ayudar a subir la temperatura.
Cuando os jubiléis, esto es, cuando seáis demasiado viejos para seguir siendo útiles, lo haréis en condiciones miserables porque vuestra generación es una maldita plaga y no habéis sido capaces de engendrar la siguiente en la cantidad necesaria para que os sustituyan en el remo.
Faltará gente para manteneros, y además los mejor preparados llevan años largándose de esta pesadilla y muchos más seguirán haciéndolo, y los que vienen de fuera ocupan trabajos de mierda con salarios de risa que cotizan al Estado unaputamierda.
El sistema del bienestar habrá nacido y muerto en una sola generación, la de vuestros padres, y no la habréis catado. Pedazo de subnormales.
Una respuesta a «La generación perdida. Los españoles ganan lo mismo que hace 20 años»
Adivinanza: ¿cómo pueden convivir un 40% de vampiros con un 40% de aspirantes a vampiros? Pues eso es España.