-No te entiendo –dice Cheng.
-¿Cómo es que Europa no ayuda más a países cercanos a elevar su nivel cultural? –aclara Imran.
-Será que estamos entrando en una época de rational economics.
-¿Pero todo ese dinero adónde va?
-¿Qué dinero?
-¡El que hay aquí!
-Lo destinarán a otros proyectos…
-¿Pero por qué no a Marruecos?
-Quizá haya corrupción, quizá el dinero se diluya, quizá no les interesa en lo más mínimo.
-Eso es lo que no comprendo –exclama Imran sacudiendo su melena afro—. No comprendo que el hombre pueda ser tan necio.
-Hay sitios donde la knowledge society se mantiene en la oscuridad.
La sociedad del conocimiento es un concepto relativamente pionero. Los países que han extirpado de sus tierras la producción –porque para eso están China, India y Bangladesh— han decidido que sus poblaciones deben liderar solo en innovación.
-¿Cuál ha sido la política de tu país en los últimos años? –dice Cheng.
-Mantener a la población lo más inculta y vulgar posible. Y si la gente aprende no es porque el estado lo impulse, sino por voluntad propia.
-Porque no querrán convertirse en mano de obra barata…
-No me entra en la cabeza que un gobierno desee eso para su pueblo.
-Es que tú crees que eres marroquí, pero tu sistema de valores es holandés.
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