por Marisol Oviaño
Fotografía de Reuters en El Mundo
Israel ha comenzado la invasión terrestre de Gaza.
En los últimos días he tenido la oportunidad de leer o escuchar las opiniones de algunos dirigentes o embajadores israelíes justificando su derecho a defenderse de los terroristas. También algunos de mis amigos, aunque reconocen que hay “algo” de desproporción entre las fuerzas combatientes, se encogen de hombros: es legítima defensa, dicen.
La invasión de Afganistán e Iraq por parte de EEUU y sus aliados respondía a idénticos motivos.
Guerra contra el terrorismo.
Leí en algún lugar que las guerras contra enemigos genéricos son guerras que nunca acaban, porque el enemigo no se puede matar: guerra contra el terrorismo, contra el infiel, contra las drogas…
Desde que nací, hace ya más de cuarenta años, oigo que el fin de ETA está muy próximo. He tenido el dudoso privilegio de haber vivido unos cuantos atentados de cerca, desde asesinatos de altos cargos militares al principio de la Transición, hasta coches bombas que causaban decenas de muertos y heridos civiles, ya bien entrada la democracia. También tuve amigos que guardaban bombas debajo de la cama y organizaban contraatentados que parecían perfectos cuando iban hasta arriba de perico, pero que resultaban chapuceros en la práctica, más propios de Pepe Gotera y Otilio que de comandos bien entrenados. Tarde o temprano todos acabaron dando con los huesos en la cárcel- lo cuál no es de extrañar: en cuanto se metían un tiro le contaban a todo el mundo sus hazañas- (De esa historia hablaré otro día).
En líneas generales, podría decir que sé lo que es el terrorismo.
Me pregunto qué habría sucedido si en legítima defensa, a cada atentado de ETA, el Estado Español hubiera respondido entrando con tanques y excavadoras en el país vasco y derribando las casas de los familiares de los etarras; si para vengar la muerte de cada civil inocente se hubiera cobrado la vida de cien vascos, ancianos, mujeres y niños incluidos; si hubiera levantado un muro de cemento alrededor del enemigo, si hubiera ejercido una humillación sistemática y violenta a todo el pueblo vasco (habrá quien diga que ya lo hace, pero Bilbao nada tiene que ver con los campos de refugiados palestinos).
Mucho me temo que si el Estado Español hubiera respondido ante el terrorismo como el Estado de Israel, no sólo seguiría existiendo ETA, sino que además habría miles de cachorros de la edad de mi hijo deseando inmolarse en nombre de la libertad de su pueblo.
Hamás ha prometido que Israel pagará un precio muy alto por la invasión.
A día de hoy, Israel siempre ha estado dispuesto a pagar el precio, porque nunca ha sido tan alto como prometía el enemigo.
Inshallah.
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«También algunos de mis amigos, aunque reconocen que hay “algo” de desproporción entre las fuerzas combatientes, se encogen de hombros: es legítima defensa, dicen.»
Pues retírales la palabra de inmediato. Porque no son amigos. Son el enemigo.
«¿Qué se siente al soltar una bomba sobre un barrio muy poblado de Gaza?»
«Se siente como un ligero bache en el ala derecha».
Dan Halutz
Comandante jefe de la fuerza aérea israelí.
Decenas de carros de combate, vehículos blindados y excavadoras israelíes han tomado posición en el antiguo asentamiento judío de Mitzarin, a unos tres kilómetros al sur de la capital de Gaza. Según fuentes israelíes, la ciudad ya está rodeada y el paso entre la zona norte y sur de la franja, donde viven un millón y medio de personas, está cortado. La ayuda humanitaria está bloqueada y los hospitales de la franja están colapsados.
Caía la noche y la embestida de las fuerzas armadas israelíes por tierra, mar y aire, atronó en la franja palestina. Buques de la Marina, cazabombarderos y helicópteros castigaron también el territorio palestino para despejar a sangre y fuego el camino a una invasión que pasadas las ocho de la tarde se materializó en un violento asalto terrestre. Los carros de combate israelíes atravesaron el muro de hormigón por el norte de Gaza.
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Los nazis lo llamaban «Blitzkrieg», (Guerra Relámpago).
Una ofensiva salvaje a poblaciones con una fuerza militar abrumadora.
Los ataques diseñados por los militares nazis se denominaban «Kesselschlacht» (Estrategia de la Caldera).
Se embolsa masivamente una porción de territorio o de poblaciones resistentes en un círculo cerrado y se machaca mediante bombardeo demoledor por tierra mar y aire hasta reducir a fuego y cenizas la zona. Con todos dentro. La carnicería es dantesca.
Qué orgullosos estarían Hitler y Goebbels de sus alumnos!
A ésto le llaman «tus amigos» legítima defensa?
6.000.000 de palestinos ocupados
400.000 palestinos asesinados desde 1948
1.000.000 palestinos heridos y torturados
250.000 palestinos encarcelados
4.000.000 palestinos refugiados en otros países
Legítima defensa sería que la OTAN bombardeara sobre Tel Aviv, Jerusalén oeste, Ashkelon y Haifa y despedazara a todos los niños que duermen en sus cunas?
Los hombros encogidos de esos amigos tuyos están empapados de sangre inocente.
Feliz año nuevo y mi más absoluto asco y desprecio a todos los indiferentes
por lo que se está permitiendo en Palestina.
Está claro que, cuando llegas a Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de un Estado que vive en permanente estado de guerra, un Estado que alienta a todos los miembros de una religión a concentrarse en un solo, pequeño y superpoblado punto del planeta (ley del retorno, algo imposible de imaginar en ningún Estado occidental), no puedes dejar de fanfarronear cuando te preguntan qué sientes al bombardear sobre civiles.
No cabe esperar compasión de los israelíes, ni esgrimir razones humanitarias ante ellos sin que te acusen de antisemita. Ante cada muerto palestino, ellos agitarán su holocausto, que les ha dado patente de corso para hacer lo que se les ponga sin que nadie- y no me refiero ni a ti ni a mí, sino a nuestros iluminados líderes: «Sarko», Zapatero, Brown, etc…- haga nada por detenerlo. La Europa que se enfrentó a los nazis, ya no vale ni para tomar represalias comerciales o políticas. Los palestinos no pueden esperar que occidente vaya a salvarles. Poco importa que los ciudadanitos de a pie nos estremezcamos, nos enfademos o pidamos justicia. Nuestra opinión y nuestra rabia no cuentan.
¿Qué puede esperar el pueblo palestino de la comunidad musulmana mundial?
Nada.
La mayoría de los países musulmanes en general, y árabes en particular, están gobernados por reyezuelos y tiranos. Y Osama, el único musulman que parecía tener carisma entre los suyos a nivel global , resulta cada día más un invento de la CÍA. ¿Dónde están ahora sus muyahidines?
¿Dónde está el potencial armamentístico de Irán?
Los palestinos están solos y mal armados.
Y sin embargo, llevan más de cuarenta años resistiendo.
No sería la primera vez que David venza a Goliath.
Lo último que acabo de leer es lo del bombardeo sobre la escuela de la ONU. Israel esgrime que Hamás utiliza a la población civil para esconderse. Se les olvida añadir que el Ejército israelí ha cerrado las fronteras por las que esa población civil podría haberse puesto a salvo. Manda cojones
Y al hilo de esto, copio aquí un extracto de un artículo de quien prefiere permanecer invisible, sobre el origen de Hamás:
Como dijo Larry Johnson, ex oficial en el Departamento de Estado de EEUU, “cuando se trata de luchar contra el terrorismo, los israelíes son sus peores enemigos. Es como prenderse fuego al pelo y luego intentar sofocarlo a martillazos”.
Para leer el artículo completo: el origen de Hamás
Sobre las guerras contra enemigos genéricos, os recomiendo que leáis una novelita que salió hace unos meses en Lengua de Trapo, Abril, de un autor poco conocido, Carlos Eugenio López. Merece la pena. La cosa comienza de coña y acaba siendo todo una metáfora de las guerras contra el terrorismo que nos quieren vender.
¡Carlos Eugenio López! Ese escritor es «mío», tuve la suerte de que uno de sus manuscritos cayera en mis manos cuando trabajaba de lectora en Lengua de Trapo, allá por el pleistoceno, y desde entonces ha publicado varias novelas allí. No he leído Abril, pero si otras obras de él, y ratifico lo que dices: es muy lúcido y tiene un sentido del humor muy inteligente