Miguel Pérez de Lema
«Cómo hacer tu propio Francis Bacon en un minuto».
[youtube]nYDh_D1G0hU[/youtube]
Tal vez, como cantaban Def Con Dos «La culpa de todo la tiene Yoko Ono». Pero no hay vuelta atrás y lo cierto es que el neo dadá de los sesenta y setenta con Fluxus o Zag, son nuestros clásicos mayores. Las acciones, las performances, el body art, o el vídeo arte, ya no son cuestionables. Así que relajémonos, calémonos bien fuerte nuestras gafas de pasta y arrojémonos al vacío de la post post modernidad.
De entre toda la morralla del artisteo contemporáneo me apunto al rollo de Pipilotti. Me gusta el hecho de que esta chica iniciara su carrera como aspirante a estrella del Rock. Y me gusta que, tras fracasar en ello, haya conseguido llegar a estrella de culto del vídeo arte. Su protagonismo absoluto y narcisista -desde principios de los noventa- en sus obras me parece que es un anticipo de la generación youtubbies y face-bookers. Sólo que esta chica tiene verdadero talento.
Y une dos cosas que creo -aun no lo he dicho y ya me estoy arrepintiendo- suelen faltar en el arte femenino: sentido de la ironía y pegada estética.
Ojo a esta otra joya, la podríamos llamar algo así como «Paroxismo tomatero». (Nota post post. El vídeo tomatero, titulado «Pipilotti Rist- Blutclip», http://es.youtube.com/watch?v=dlq4iyv7Kdc
resulta que Youtube no deja exportarlo porque sale una mujer desnuda. Así que pongo este otro, que sale la misma mujer vestida. Jesús que tiempos)
[youtube]S0fgT7CNnmU&feature[/youtube]
0 respuestas a «Pipilotti Rist»
No te dejan exportar el video porque sale una mujer desnuda… señor, qué cruz.
El otro día la policía abatió a un atracador de bancos a tiros hasta matarlo, y todas las televisiones reprodujeron el momento una y mil veces en horario de máxima audiencia. No he leído nada que ninguna asociación en defensa de la infancia haya protestado por aquella muerte en directo repetida hasta la saciedad. No quiero ni pensar la que se habría organizado si, en lugar de la muerte de un hombre, hubiéramos visto una buena mamada.