por artistadesconocida
Fotografía en contexto original: zonalibre
El viejo lobo y yo somos la misma cosa.
Pero distinta.
Él ya tiene los colmillos desgastados,
los míos todavía rasgan músculos de una dentellada.
Él tiene la sabiduría que a mí a mi falta.
Junto a su cuerpo me aovillo,
a él me someto.
Lamo la sangre de sus heridas y le escucho en silencio.
Después,
la noche,
el viento.
La libertad.
El joven lobo y yo somos la misma cosa.
Pero distinta.
Él es el más veloz de su camada,
yo soy la voz de la manada.
Él tiene los músculos que a mí me faltan.
A su cuerpo me ofrezco,
le enseño todo lo que sé.
Lamo la sangre de sus heridas con mis palabras.
Después,
la noche,
el viento.
La libertad.