por Antonio Santos
Fotografía en contexto original: hiddenchina
En el sur de China, en la remota región del lago Lugu, a 9 horas en todo-terreno de la población más cercana, vive la comunidad de la etnia Mosuo. Es una zona autosuficiente por su agricultura y ganadería, lo cual les hace independientes.
Tienen una organización social muy peculiar, entre cuyas tradiciones destaca la inexistencia del matrimonio. Son un matriarcado en el que la propiedad y el nombre pasa de madres a hijas y son las mujeres las que toman las decisiones importantes.
Los hombres colaboran en las tareas pesadas del campo pero son ellas las que asumen casi todo lo demás. La vida se organiza en la casa materna, una vivienda comunal en la que en torno a un patio central se distribuyen la cocina, el comedor, los dormitorios comunes para hombres y niños y las habitaciones individuales de las mujeres.
Cuando una mujer mosuo cumple trece años, recibe la llave de su propia habitación.
A partir de ese momento puede tener relaciones sexuales con todos los hombres que quiera con absoluta discreción, para lo cual los encuentros se realizan a partir del anochecer y los amantes masculinos vuelven a sus casas maternas antes del amanecer.
Los hijos engendrados son adoptados por la madre. A veces, una pareja decide salir del anonimato y se declara como tal ante la comunidad, sin que ello suponga un compromiso de fidelidad ni altere su permanencia en sus correspondientes casas.
Las relaciones sexuales están mal vistas en mujeres con más de cincuenta años.
No existe la figura del padre (ni siquiera tienen esa palabra en su lengua) siendo el tío materno quien asume las funciones de trasmisión del rol masculino a los niños.
Esta peculiar forma de organización social tiene su origen en la China rural de hace milenios, cuando los padres eran guerreros que morían en combate, comerciantes nómadas o monjes budistas que por su voto de castidad no podían formar pareja ni reconocer a su descendencia. Las mujeres adoptaron el matriarcado.
En los años 70, los funcionarios de la revolución cultural intentaron imponer el matrimonio y la monogamia por imperativo legal, pero en cuanto se fueron de la zona, los matrimonios se deshicieron y volvieron al amor libre. Actualmente se respetan sus tradiciones desde el gobierno central.
En una adaptación a los nuevos tiempos, es durante las sesiones comunales de cine cuando se dan los contactos previos, en los que ellas rascan suavemente la palma de la mano de sus elegidos para invitarles a la cita nocturna en su habitación.
0 respuestas a «Matriarcado»
Un gran amigo me dijo un día que la mayoría de los problemas vienen desde el momento en que los hombres se empeñan en saber quienes son sus hijos.
Ahora yo vivo en un total matriarcado: mi padre murió hace años, el padre de mis hijos desapareció hace años también y tengo la llave de mi propio cuarto, donde sólo entra quien yo quiero.
Y, por un lado, pienso que mis hijos no habrían sufrido el abandono de su padre si nunca hubieran sabido quién era. Pero, por otra parte, sé que yo no me habría atrevido a hacer muchas cosas que he hecho, si no me hubiera educado mi padre y me hubiera educado, por ejemplo, uno de los hermanos de mi madre. Salir de la familia, de la sombra de la madre, también es bueno.
Qué dilema.
Buscando fotografía para ilustrar el artículo he encontrado la experiencia de alguien que ha convivido con la etnia Mosuo. Si os interesa el tema, pinchad aquí: lanacion
Yo creo que el problema viene cuando los hombres son conscientes de si los hijos son suyos o no.
Mi padre por trabajo siempre a pasado largas temporadas fuera de casa, hasta que por fin se divorciaron, así que basicamente he sido criado por mi madre y mis hermanas…
No he tenido problemas para salir de las faldas de mi madre, ni tengo problemas de identidad, ni nada de eso, pero sí tengo un punto de vista del mundo distinto al de mucha gente.
Creo en la igualdad del hombre y la mujer, en cierto modo soy feminista y personalmente defiendo el matriarcado, aunque no a imagen y semejanza de los monsuos.
Estoy en contra del machismo del lenguaje: nunca entenderé por qué una mujer que tiene relaciones con varios/muchos hombres es una zorra y el hombre que lo hace es un campeón. Es hipócrita, y es sólo un ejemplo. Hay muchos más.
Defiendo los derechos y libertades de la Mujer.
Creo en las relaciones polígamas y/o de «parejas abiertas»: esto es, deberíamos tener ya la madurez y libertad suficientes para tener relaciones sexuales con terceros sin que eso ponga en peligro la estabilidad de la pareja.
La fidelidad por norma (y no por voluntad) creo que sólo lleva a la infelicidad.
No contemplo los celos, pues son síntoma de inseguridad, ni los cuernos, pues son sinónimo de engaño.
Pero bueno, quizas me esté desviando del tema…
Me parece que nuestra coiedad es hipñocrita y está llena de tabúes.
¿Por qué en India y otros países los microcréditos sólo se los dan a las mujeres?… Ahí queda la pregunta.
Un beso.
Pues gracias a sus comentarios, considero que una mujer fracasa con su pareja o también podemos decir que el hombre fracasa con su pareja porque la mujer busca al hombre indicado en el lugar equivocado, ya que quien por lo regular escoge su pareja es la mujer, nosotros siempres somos los cazadores y si ellas las casadas, en el buen sentido, hoy en día existe mucho machismo derivado de los excesos del hombre (masculino) y creo que no es justo, debe existir una autoridad compartida y responsabiliada deacuerdo a la medida de los recursos con que cuente cada miembro, así no luchen, mejor escogan a los buenos, que aun habemos…. pocos pero habemos.
He leido el articulo de los mosuo .Me parece una vida mucho mas sana que la que tenemos en nuestra sociedad