por Silvia Oviaño
Imagen por Eneko
No es la ciudad, no son los deportistas, no es la ciudadanía… son sus representantes. Ahora que nos han denegado las olimpiadas– en primera ronda– ¿serán capaces de hacer análisis nuestros representantes ante el COI y darse cuenta de que posiblemente lo que falle sean ellos? Después de ver las ruedas de prensa que hemos visto con una Botella que dice “zankiu» y un Blanco que suelta tan pancho un «no listen the ask», ¿hay alguien que realmente crea que estos dos señores han estado haciendo lobby, relaciones públicas y dando una buena imagen de Madrid? Me pregunto cómo habrán sido las reuniones con los comités olímpicos y representantes de otros países, me imagino que solo se sentirían cómodos con los países hispano-parlantes y que esa cercanía que da el hablar el mismo idioma que otro, aunque no sea el idioma materno de ninguna de las dos partes, se habrá perdido con tanto intérprete de por medio. Como madrileña me siento avergonzada no por haber perdido la olimpiadas, sino por estar representada por una señora que no sabe estar a la altura de su cargo (nos queda el consuelo de saber que ni siquiera los de su partido la votaron) y me pregunto si nuestros deportistas se sentirán representados por un señor que se pasea por el mundo con su no listen the ask. Nadal y Gasol tienen tiempo de aprender inglés y hablarlo perfectamente entre partidos, entrenamientos y medallas de oro que luego apuntamos siempre como nacionales y siempre cuentan para eso que llaman la “marca España” (sea lo que sea eso), pero el máximo representante de los deportistas no puede hacerlo. Con gente así, ya nos podemos matar todos a trabajar para dar buena imagen de nuestro país, que ya vendrán unos patanes a tirarlo todo por la borda. Y este ridículo no lo levanta ni el oro de la selección de fútbol en el mundial.
2 respuestas a «Son ellos»
A mi me coincidió el colapso del sarao en los aledaños de la puerta de Alcalá, bajamos desde casa dando un paseo y cruzando el Retiro por aquello de ver un poco el ambiente (más por idea de mi mujer, yo no soy muy amigo de las grandes concentraciones de gente).
Antes de salir de casa, mientras sentaba al bebé en la silla y me enteraba un poco de como funciona la votación, horarios y demás vi de refilón unos tres segundos del memorable discurso, fueron, como digo, tres segundos y además doblado al español, con lo que solo se le oía de fondo, pero suficiente para sembrar la semillita de la desconfianza, y antes de salir de casa le dije a mi mujer «no nos los van a dar», a pesar de que en todas las cadenas de televisión los presentadores desplazados en balconcitos super chachis de Alcala´s Square lo daban por ganado.
Fuimos haciendo coñas todo el rato de camino a la puerta de Alcalá del discurso de la Botella (jiji, jaja) con mis sobrinos, cuñados, todos contentos. Pero, de repente, Zas!, primera votación, noticias confusas corrían entre la multitud (empate entre Estambul y Madrid… tokio fuera?… no puede ser… buah, a Estambul le ganamos seguro…), todos tirando de smartphone, pero nadie se aclara.
A continuación, un murmullo confuso de la marabunta frente al escenario y una voz que sale por los altavoces «…no ha podido ser… hay que seguir con la ilusión…gritad conmigo !VIVA MADRID!» (no responde ni dios). Y seguidamente, el apagón, nos quedamos de piedra. A las 21:05 minutos, con la puerta de Alcalá hasta arriba de gente, un despliegue de luz, sonido, medios, seguridad, fuegos artificiales, artistas contratados (y pagados) hasta las tantas de la mañana… van y cortan en seco.
Lo dicho: Madrid Is Fun.
Me imagino el guasap que le envió la botella al encargado del sarao «Krta el Tnglao k ns Vmos Xra ksa». A tomar por culo.
Muy buena tu crónica, Malkmus. Me ha encantado el guasap final.