A Inés Zarza, por provocarlo
por purito intelecto
– Bueno, ¿y de amores qué tal?
La pregunta me ha descolocado tanto que, cuando hemos colgado, me he dado cuenta de que hace mucho que no pienso en el asunto. Escribo sobre mis amores imposibles, sí. Pero sospecho que he convertido al amor en una mera actividad intelectual. Y no sé si me gusta la idea. No sé si quiero ser una persona capaz de enamorarse, o alguien que ya no comete esos errores.
Quién me ha visto y quién me ve: de Miss Enamorada durante casi veinte años, a purito intelecto desde hace ocho. Sin embargo, cuando mi amiga ha preguntado eso, debe ser porque ella me ve como una mujer susceptible de enamorarse. All we need is love. He mirado dentro de mí, pero en mi corazón no aleteaba esa esperanza que veo en muchas de mis amigas divorciadas o solteras.
No ha aleteado desde que corté las amarras, esa es la verdad. Cuando alzaba el hacha ya sabía que nunca volvería a tener nada como lo que había tenido. Nos amábamos, nos reíamos, nos divertíamos, teníamos hijos, proyectos, una gran y hermosa casa y una alegre vida sexual, éramos jóvenes y felices. Yo ya viví el cuento de hadas con el que muchas de mis amigas todavía sueñan, y no me alivian los amores de consolación.
Y además, a pesar de que se supone que yo gané la guerra, me han quedado muchas secuelas. Ningún ejército te pone medallas cuando derrotas al enemigo con el que has construido una vida. Éste debe ser el único desfile de la victoria en el que el vencedor llora cuando ve al vencido reducido a la nada.
Soy como un viejo veterano sonado, como ese escritor que contaba Lozinski -o Miguel, no me acuerdo-, que muchos años después de volver de Siberia, seguía guardando un pan debajo de la almohada.
4 respuestas a «Apuntes sobre el amor a tumba abierta, 1»
Maravilloso artículo, muchas gracias por dedicármelo. Pero en realidad, el amor nos encuentra, no es siempre o sólo una cuestión de voluntad. Quizá la vida haga más pequeño el desfase entre ficción y realidad pero siempre quedan grietas para las veteranas románticas por las que el corzón reclama su lugar en nuestras vidas….
Ines
Sí, el amor nos encuentra. Pero depende de nosotros que eso cambie nuestra vida o que sigamos caminando haciéndole oídos sordos. Tal vez sea una cuestión de actitud. O incluso, si me apuras, de aptitud. Tal vez algunas batallas dejen a los combatientes con vida, pero tan sonados que ya no son aptos para el combate.
El amor es una batalla en la que lo mas probable es perder, porque si no muere te mata y aun sabiendo que la pierdes es muy difícil desertar. No es algo que se pueda buscar, ni la persona, ni el momento, ni la edad, ni el lugar .Manda el corazón sobre la cabeza, es la búsqueda de una utopía.Pero revivir ese abrazo dónde se detuvo el tiempo…ufff, creo que soy una yonqui!!!
Como te vuelva a pillar el amor, te vas a tener que comer tus palabras, jaja.
Sí, puede que sea una autoconstrucción interior sin más aportación externa que la idealización del otro, pero cuando te pilla la autoconstrucción esa, si te pilla de verdad y no es un encoñamiento, capricho o ganas egoístas de que te aguante alguien, vae victis, amiga.
Pd: ni soy una niña enamorada del amor, ni siquiera soy mujer y tengo «otra ssenssibilidaaad»; soy un tipo duro y sé de lo que hablo (pero sólo aplicado a mí).