por artistadesconocida
Fotografía en contexto original: deputy-dog
Un buen día ibas a una casa que era mucho más pequeña y más humilde que la tuya.
Habitaciones en las que dormían tres y cuatro hermanos, cocinas en las que se comía por turnos, salones en los que no podían estar sentados todos los miembros de la familia a la vez.
La casa de cualquiera de mis tíos paternos, por ejemplo.
Mi padre era, sin lugar a dudas, el triunfador de todos los hermanos.
Con diferencia.
Y al día siguiente, un constructor amigo de mi padre, nos invitaba a comer en su chalet de la sierra.
Entonces nuestro piso parecía una ridiculez al lado de las pistas de tenis, la piscina, el futbolín, el billar, la mesa de ping-pong, las bicis y las motos que los hijos del aquel hombre amontonaban en el garaje, donde el hermano mayor se estaba montando una discoteca más grande que nuestro salón.
En el colegio me decían: todos los hombres son iguales.
Yo pensaba: mentira