Categorías
General

Confesionario

por Confesor
Fotografía en contexto original: grupouniversitariosanignaciodeloyola

La vida es muy dura.
Por eso todos necesitamos un confesionario en el que lavar nuestras culpas, dar rienda suelta a nuestras lágrimas y aliviar nuestros pecados. Los que hemos cometido o los que sufrimos: en esta larga travesía, todos acabamos siendo víctimas y verdugos.

Si eres católico, desgranarás el rosario de afrentas frente a la celosía. Si eres ateo, pagarás a un psicoanalista o a un gurú del amor incondicional, o te gastarás una fortuna en libros y cursillos de autoayuda, o pasarás las horas muertas chateando, o te centrarás en el trabajo hasta que te des cuenta de que no tienes familia que te acompañe a recoger el premio de la asociación de charcuteros. O escribirás, pintarás, compondrás música… Es igual: todos llevamos dentro un agujero negro capaz de succionarnos.

Incluso quienes dedicamos nuestra vida a escuchar a los demás necesitamos un confesor.
Vosotros sois el mío.

3 respuestas a «Confesionario»

Mas de una y más de dos, diría yo muchas más… veces en las que he hecho intención de irme a confesar. De coger el coche rumbo a la A-6 y presentarme allí, en el confesionario y , a pesar de no estar segura, intuir que allí la música es pura y suena de acuerdo con la mía.

Dime, sigue en el mismo sitio?

Un abrazo, Sila

Sí, sigue en el mismo sitio.
Pero recordad, hijos míos, que este templo no está inscrito en ninguna confesión y se sostiene con las aportaciones de sus feligreses. No vengáis a él con las manos vacías, que nuestros monjes pasan mucha hambre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *