Por Adrián Herreros
Es un niño nervioso, su cuerpo es pura fibra.
Ha estirado mucho desde el verano pasado y este año luce unas espaldas muy anchas. Como su madre. Creo que no tienen padre, al menos yo nunca le he visto en tres años que llevo viviendo aquí. Me pregunto quién será el referente masculino en estas familias modernas, él es el único hombre de la casa, tiene otra hermana más pequeña. La madre será más o menos de mi edad, puede que un par de años más joven, casi siempre baja a la piscina con un libro, o con algún amigo o amiga ajenos a la urbanización.
Madre e hijo tienen espaldas poderosas, pero él todavía tiene esa delgadez de los chavalines que no han terminado de hombrear. Tiene una buena mata de pelo en las axilas, las piernas oscurecidas por el abundante vello y sombra de bigote, pero su voz todavía gallea. Cuando sale del agua, cruza siempre los brazos sobre el pecho y se mete la mano bajo los sobacos, como si abrazándose a sí mismo con sus delgados y fibrosos brazos pudiera darse calor. Es un tipo sociable, ingenioso y travieso, demasiado joven para saber que su sentido del humor y su bonita sonrisa atraerán a las chicas, y que ese abrazarse a sí mismo despertará su instinto maternal.
Cada tarde, hay un momento en que se separa del grupo, se pone las gafas y comienza a nadar. Un largo, y otro y otro y otro, a veces para y descansa unos segundos para continuar nadando con una cadencia y una disciplina envidiables, como un hombre que tuviera una meta.
El verano que viene probablemente, no le reconoceré cuando le vea.
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El que los hijos no compartan conjuntamente a sus padres,no siempre es por moda y, la posible carencia de referente masculino,en este caso en particular-y en muchos otros- está haciendo que el niño/hombre efectivamente, tiene en mente una meta, no solo llegar a la misma, pero si convertirse posiblemente en el mejor de los referentes masculinos.
No creo que nadie se quede sin padre por cuestiones de moda. Cuando digo «familia moderna», me refiero a familia acorde con los tiempos que corren: tiempos difíciles para la familia clásica, para las madres, para los padres, para los hijos.
Leí aqui en algún artículo una vez que lo ideal no es la familia, sino la tribu.La piscina es como una tribu, pero eso me lo dejo para otro capítulo dedicado a su Fauna.