por Pedro Lluch
Fotografía en contexto original: pamplonetario
Un crujido de hojarasca nos hace girar la cabeza mientras caminamos por el camino de acceso al bosquecillo. Clavamos la mirada en el sotobosque tratando de cazar el origen del ruido. Y vemos que es un gran lagarto, tres palmos de largo, de cuerpo grueso y velocidad estilizada, ágil sobre sus patas veloces, cresta verde, destellos de piel verdinegros escurriéndose entre las piedras. Como un rayo, ha dejado fulgir sus colores (amarillos, negros, verdes, sombras azuladas) el tiempo de unos segundos apenas. Se pierde tras una roca. Silencio de nuevo.
El calor hierve sobre el encinar, sobre el camino, sobre el erial y las eras. Nos miramos mudos. Este lagarto se añade a la lista de la fauna del Rodal de Mormur, nuestro bosquecillo. Avutardas, calandrias, garzas, palomas, viborillas, conejos y liebres, ahogados por la solana y caracoles cuyas conchas, ya decoloradas y blancas, pisamos al caminar. Probablemente algún zorro rojo también habita este yermo.
La luz que cae del cielo traza con impiedad las sombras y diagonales de los cipreses contra el suelo. Éstos alzan su enhiesta verdad desvergonzada, cuatro barras de verdura contra el añil del cielo. El viento cálido lleva un relente de polvo. EL sol deslumbra incluso a la sombra escasa de las encinas.
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Tarde a la sombra de los pinos, en la era. Llega Joan, el mediero, se sienta un momento y echa un trago del botijo de agua fresca. Mañana seguirá pasando el rodillo sobre los campos recién cosechados. Luego celebrará su santo en familia. El agua de la acequia llena el aljibe y con su una orla sonora enmarca la placidez de siesta espesa con que esperamos que caiga el sol. Las niñas juegan en una jaima que han montado entre los chopos con las cuerdas del tendal. Se las oye a lo lejos, detrás de la casa. A ratos van a refrescarse al aljibe, o se acercan a llenar cubos de agua (sumergen el rojo del cubo en el verde opaco del agua, desbaratan los reflejos con ondas que tardan poco en remansarse y vuelven a cobijarse a la sombra de sus juegos y cocinitas).
También la carretera de circunvalación zumba lejana. Todo, en este rato de ocio rural parece lejano. Lejana la guerra civil que se asoma desde una novela; lejanísimo el deep south que, pegajoso, no se deja leer; lejanas las noticias de los periódicos cuyas páginas chupan los goterones de sudor; el aire lento y preñado de yerba segada y ya seca en los márgenes, todo es lejano, y el gaznate agradece una primera cerveza a las ocho. El lagarto de la mañana queda lejos, también él.
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Roma, Madrid, Barcelona, Bilbao. Llegan las voces, mas de lejos llegan. Antes de que hayan pasado cuarenta y ocho horas volveré al cansancio de las horas en las terminales de tránsito. Una reunión en Dubai. Sus hoteles, sus grandes malls. Ese otro calor del Golfo Pérsico…
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Cuando ya es de noche salgo a pasear entre los frutales, con una cerveza en la mano. La lejanía da paso al recuerdo: verano del 2003, el verano de aquella ola de calores que fue también el año de mi gran Tribulación. Vine a recalar en esta casona de paredes desconchadas, desvencijadas camas y persianas que chirrían y pierden escamas de pintura verde que se queda durante temporadas enteras en el suelo (de basto cemento tintado de rojo, viejo granate de no se sabe qué década). Aquí hallé consuelo quedo, soledad, y dos platos de comida al día.
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Me tiro encima de la cama. Dos gatos rondan la casa, en un cobertizo dejamos los restos de la cena; se lían a maullar, dan bufidos, carreras. Luego silencio. Mañana un tractor segando entre los manzanos me despertará. Y la luz, la luz de este verano, de tantos veranos.
0 respuestas a «Verano en el secano»
Primera cerveza a las ocho… Bañador rojo en el verde opaco del agua… secarse bajo la luz de la luna.
Otra alternativa: primera cerveza a las nueve. Son los niños y no yo, quienes están en la piscina. Yo leo este blog en la terraza, en la tranquilidad del atardecer.
Bello artículo, esmerado y, sobre todo, cálido como solo puede serlo el secano. Me hizo pensar en los veranos de Toledo, con esa calima de secarral…………
canícula que le dicen……….