Por artistadesconocida
El señor Poliedro es un vendedor de felicidad.
Lleva su muestrario de casa en casa, de corazón en corazón.
A veces viene a merendar.
Aunque aquí deja su muestrario en la puerta.
Nos tomamos un café,
nos hablamos como amigos que envejecen juntos.
Cuando se marcha, coge su maleta
y sale a seguir haciéndose imprescindible.