por Marisol Oviaño García
Fotografía: Silvia Oviaño García
Retratados: Marisol y Paco Oviaño García
Hace mucho, muchísimo tiempo, cuando todavía éramos jóvenes, guapas e ignorantes, mi hermana leyó una de mis novelas justamente inéditas y dijo que le gustaba algo que decía uno de los personajes: todos necesitamos que alguien sepa cómo éramos de niños.
Aunque yo era la autora, nunca había pensado en ello; lo había escrito en la piel del personaje, no en la mía. Fue Silvia quien me hizo ver la importancia del asunto, quizá lo único que mereciera la pena de todo el manuscrito.
Hoy, veinte años después, comprendo la angustia de aquel personaje, que se sentía al borde del abismo ante la muerte de su amigo de la infancia: ya nadie sabría qué niño había sido, ya nadie le habría querido toda la vida.
No tenía hermanos.
————–
Ver hermanos(1)
2 respuestas a «HERMANOS (2)»
Un amigo mío decía que cuando una se ha gastado un pastón en psicoanálisis para superar todos los traumas y complejos de décadas y por primera vez en su vida está feliz después de haber pasado meses a dieta, matándose a ejercicio para lucir estupenda, llegan los hermanos y te sueltan “sí, estás muy guapa, pero aún te sigue colgando la papada y sigues teniendo un carácter del demonio”. Y entonces te das cuenta, de que por más que quieras cambiar, hay cosas que siempre irán contigo; tu papada, el mal genio y la complicidad con tus hermanos.
pues que guay ver a hermanos que saben disfrutar de la vida juntos, enhorabuena y que os dure